Eva Longoria pone tierra de por medio por Jesús Mariñas

Ellos no entran en tal guerra soterrada. Callan y no otorgan, asegurando que sus relaciones son óptimas y tal divorcio organizado se debe a «los muchos compromisos internacionales de Eva», obligaciones que hay que suponer como las buenas maneras entre nuestro más internacional galán y la mujer desesperada que en la Costa del Sol se juega su internacionalidad. Lo que hace tres años nació bajo el presunto amparo de Michelle Obama, que casualmente andaba por allí en vacaciones todavía inexplicables, muy censurada en su país. Aprovecharon la morenaza presencia para cebar morbo con el gancho de que la cena benéfica estaría presidida por la primera dama norteamericana. Pero ni se dejó ver, y eso que estaba a escasos veinte metros de una fiesta con el brillo de los que hicieron famosas las «nuits» marbelleras, con Sean Connery, Soraya, Lamia Khasoggi o don Jaime de Mora, entre otros. Sonó a oportunismo captador de invitados a 1.000 euros la cena, y es que la caridad lo justifica todo. Pocos apostaban por la duración de semejante dúo benefactor conociendo cómo se enrabia Eva, más aún si la secunda María Bravo, presunta ex de Bruce Willis que no pasó de un «aquí te pillo». Banderas hila fino cuando se trata del terruño y no precisa componendas para atraer porque juega en casa propia. Me aseguran que las diferencias fueron aprovechadas por la canaria Sandra San Juan, que formó punto y aparte con el malagueño. En eso andan promocionando su gala del 4 de agosto, que ya no se celebra en el Hotel Villa Padierna, que la vio nacer cuando ese complejo empezaba también su andadura, pese al mal estado de unos caminos vecinales que retomaron para que la Obama no marchara con mala impresión costasoleña. Aquello estaba intransitable y escondieron fealdades urbanísticas. Parece que cara a agosto y su Sterlite, Antonio lleva las de ganar, es lógico por cómo quieren allí a su figura más venerada, incansable en promocionar el local. Al amparo de esa imaginamos que mejor noche del verano marbellero, Sandra ha montado una tanda de recitales que traerán al mítico Tony Bennett, casi juntan a Raphael y Julio Iglesias ya casi septuagenarios, Paul Anka, Manzanero, a quien conocí en el Musical Mallorca cuando ya era mayor y Lolita, formando tándem con su hermana Rosario, la que no deja de tener su aquel morboso tal y como están las cosas. Parece una parada de momias gloriosas, no sé si aztecas o egipcias, pero de indudable atractivo.