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El vestuario de la ONU

Suiza tiene cinco futbolistas nacidos fuera de su país, un congoleño, un caboverdiano y tres kosovares. Hitzfeld, el técnico, es alemán

La Razón
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Madrid- ¿A quién quieres más, a papá o a mamá? ¿A quién quieres más, a la selección de tu hijo o a la tuya? Ése es el problema de la familia Senderos. Philippe es uno de los líderes de la selección suiza, uno de los jugadores de confianza de Ottmar Hitzfeld. Pero para su padre, nacido en Santiuste, un pueblo de Guadalajara, es «Filipe». Y hoy juega un encuentro muy especial para él. «Nunca he jugado contra España y va a ser un partido muy especial», reconoce. «Mi padre es español, tengo muchos primos en España, todos los veranos voy a España. Tengo una relación muy estrecha y voy a jugar contra ella por primera vez en mi vida, de modo que será un momento muy especial. Le deseo mucha suerte a España, pero soy suizo, nacido en Suiza y con mucho orgullo llevo la camiseta suiza», reconoce. Además, enfrente estará Cesc, su amigo. Senderos fue uno de los principales apoyos del centrocampista español en sus primeros tiempos en el Arsenal. Por la edad y por el idioma.Pero el suyo no es un caso extraño en la selección suiza. Un país con la identidad partida en tres que multiplica sus raíces cuando juega al fútbol. Los ejemplos más extraños son Gelson Fernandes y Nkufo, un caboverdiano y un congoleño que defienden la camiseta roja. Fernandes ya fue uno de los mejores en la pasada Eurocopa. Nkufo, más veterano, acaba de cumplir los 35, lleva diez años vistiendo la camiseta suiza. Pero no son los únicos que no han nacido en su país. Tres kosovares, Behrami, Bunjaku y Shaqiri, también juegan bajo el mando del alemán Hitzfeld. Podían haber sido más si el seleccionador se hubiera acordado en la convocatoria de Vonlanthen, nacido en Colombia.Otros, igual que Senderos, nacieron en Suiza, pero sus raíces están fuera. No es extraño el caso de Tranquilo Barnetta, hijo de italiano. El centrocampista compartió con Senderos el primer triunfo de una selección suiza en categorías inferiores, el campeonato de Europa. Pero la tradición dice que la cantera suiza está en Turquía. De manera directa o indirecta. Kubilay Turkyilmaz, uno de los mejores futbolistas suizos en el final del siglo pasado, se marchó al Galatasaray para recuperar sus raíces. Otros han hecho el camino inverso, como Gokhan Inler. El centrocampista del Udinese fue internacional sub'21 con Turquía en dos ocasiones, pero prefirió renunciar a la patria de sus padres para jugar con los mayores. Hakan Yakin y Derdiyok nunca tuvieron dudas. Yakin, además, llegó a coincidir con su hermano Murat en la selección.