Elecciones europeas

Guerra abierta

Gómez acusa a Lissavetzky de dividir al PSM con su protesta por las listas. El candidato al Ayuntamiento reconoce que se ha sentido ninguneado 

Guerra abierta
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Entre Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky hay guerra. La hubo ayer por la tarde, literalmente, cuando en una mesa redonda en el Círculo de Bellas Artes, los candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento de la capital por el PSOE se sentaron sólo separados por el diputado nacional Alfonso Guerra; y también por la mañana cuando, en su primera aparición tras la publicación de la lista municipal que no cuenta con la aprobación del «número uno» para las municipales, el líder del PSM acusó al Secretario de Estado para el Deporte de «dividir» al partido. De los 25 nombres que conforman la candidatura de Lissavetzky, sólo seis, más él mismo, son del agrado del «número uno» y el secretario general invitó al cabeza de cartel en Madrid a que apuntase públicamente sus descartes.

«Cuando Ferraz trajo a Lissavetzky a Madrid lo hizo para ayudarnos a ganar y no para dividirnos ni hacer oposición», explicó un Gómez para quien la lista a la capital está hecha «con los mejores».
Esta acusación hizo que Lissaveztky se sintiera «molesto» y asegurara que conoció la composición de su lista sólo dos horas y media antes del inicio de la votación de la papeleta en la Ejecutiva regional. «No hay un número, quería unas personas», se quejó el candidato que piensa llevar hasta Ferraz su petición de que se respeten los estatutos del partido y quiere que su opinión cuente en la elaboración de su equipo.