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ANÁLISIS: Déjà vu por Nicolás FERNÁNDEZ PICÓN

La Razón
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Terminamos otra semana con caídas en España y ahora se suman Europa y EE UU, con la sensación de estar viviendo los mismos episodios que vivimos en mayo. La crisis de la deuda soberana ha vuelto a hacer mella en los mercados ante el temor a una posible intervención de Irlanda, volviendo a afectar negativamente a la liquidez. Por otro lado, estamos reviviendo la tensión de los mercados monetarios con la reunión que el G20. La próxima semana, con la práctica ausencia de resultados empresariales, estará repleta de datos macro de importancia. En EE UU conoceremos todos los datos que permitirán al mercado hacerse una idea de cuál está siendo la evolución de su economía. A las ventas minoristas se añadirán la producción industrial, los Leading Indicatiors, y el índice de la FED de Philadelphia, en todos los casos mostrando ligeros crecimientos. En Europa la única referencia será la encuesta mensual ZEW, que posiblemente refleje parte de la pérdida de confianza por el recrudecimiento de la crisis de deuda. En todo caso, la clave de corto sigue siendo el estado de las economías periféricas. ¿Qué cabría esperar a partir de aquí? Los spreads de deuda soberana están descontando una posible intervención de Irlanda, caso que se aplica también a Portugal. La intervención de una de estas economías no tendría que ser una buena noticia en términos cualitativos, pero a medio plazo sería positivo en caso de que se estructurase una reestructuración de la deuda por parte del Fondo de Estabilización. Y la razón principal es que el mercado encontraría un apoyo, una «red de seguridad». Creemos que el castigo a la Bolsa española está siendo excesivo, sobre todo en el sector financiero. El incremento en las últimas sesiones en las primas de riesgo periféricas en Europa ha favorecido la aceleración en la apreciación del dólar pero esperamos que haya una cierta normalización de las primas de riesgo a corto plazo. De momento, y aunque parezca generoso, lo que hemos visto en noviembre es sólo una minicrisis, nada comparado con lo que puede llegar: al fin y al cabo, lo único que está en máximos son los spreads de deuda, pero ni los mercados ni las divisas están en los niveles que llegaron a tocar en mayo-junio. Hasta ahora sólo los periféricos han descontado el mayor riesgo. Si no se apoya, desde aquí sufrirán los países punteros, sobre todo, Alemania.


 Nicolás FERNÁNDEZ PICÓN. Director de Análisis de Banco Sabadell