Meliá de Mar la reinvención de un clásico

La isla de Mallorca es un destino mítico. De esos que no defraudan en ningún caso, sea cual sea nuestro plan de viaje. Coquetas playas de aguas azules en las que bucear o practicar algún deporte acuático, pequeñas calas de perfil escarpado en las que descansar con los niños, montañas en las que practicar senderismo... Las posibilidades que ofrece la mayor de las Baleares son casi infinitas. Sin olvidar el placer de tumbarse bajo el sol, sin ninguna obligación más que la de descansar.Si lo que busca el viajero es esto último, pero sin renunciar a todo lo anterior, su lugar es el Meliá de Mar, uno de los hoteles más carismáticos de la isla de Mallorca que, a pesar de sus más de 40 años de andadura, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos con un aire moderno y vanguardista que poco o nada tiene que envidiar a los alojamientos de reciente construcción. El secreto está en la última reforma realizada en 2008 y gracias a la que en el establecimiento se palpa una atmósfera única, forjada a base de aromas, música y obras de arte que salpican los pasillos y que invitan a la calma. Situado en el municipio de Calviá, frente al Mediterráneo, al Meliá de Mar no le falta de nada para cumplir con las espectativas del viajero más exigente. Dos piscinas exteriores y una piscina cubierta climatizada invitan a refrescarse sin necesidad de cubrirse los pies de arena. Pero no es un baño al uso, ya que el fondo negro de la piscina de adultos y sus cientos de pequeñas luces crean la ilusión de estar nadando en un cielo estrellado. Y ya que estamos con el bañador puesto, no hay que perder la oportunidad de relajarse durante un buen rato en el hidromasaje situado al aire libre. tradiciones asiáticasPuestos a relajarse, el lugar obligado para cumplir con la difícil tarea de desconectar es el Yhi Spa, rincón especialmente diseñado para acabar con el estrés. Un paseo por el baño turco, el hidromasaje, la sauna o la piscina dinámica con chorros nos deja entrever el significado de sentirse como nuevo. Pero hay más, ya que sería un pecado no aprovechar la ocasión para dejarse mimar por manos expertas y atreverse con un tratamiento corporal inspirado en las antiguas tradiciones asiáticas.La oferta gastronómica del Meliá de Mar también ha sabido adaptarse al siglo XXI. Mención especial merece el restaurante «Q4 Cuatre», pues brinda la oportunidad de degustar cuatro experiencias culinarias en las que Oriente y Occidente se funden en un sólo local: Q Lounge, para llevarse a la boca buena materia prima pero de modo más informal; Sushi bar y Tepanyaki, para los amantes de los fogones japoneses; y cocina internacional a la carta. El remate final de la jornada puede estar en la terraza del Gabi Lounge, donde convergen cielo, tierra y mar para crear una experiencia plenamente sensorial. Para comprenderlo tan sólo hay que tumbarse en una de las camas balinesas privadas que lo pueblan con un cóctel en la mano y dejarse agasajar por las atenciones del servicio de mayordomía continuo. El confort también está garantizado en las 144 habitaciones del hotel, con vistas al mar y a los jardines del establecimiento. Baño completamente equipado, caja fuerte, minibar, acceso a internet, televisión vía satélite y selección de almohadas con distintos aromas son algunas de las comodidades que permiten al huésped sentirse, si cabe, mucho mejor que en casa.

>> Dirección: Paseo de los Illetas, 7. Calviá, 07184, Mallorca. >> Capacidad: 144 habitaciones, de las cuales 133 son dobles deluxe, tres son Junior Suites, ocho Grand Suites y dos de ellas están comunicadas bajo petición.>> Instalaciones: Ocho salas de reuniones con capacidad máxima de 220 personas, dos piscinas exteriores, pista de tenis, Yhi Spa, dos restaurantes, uno de ellos tipo bufé, dos bares con terraza y piscina cubierta climatizada.>> Más información y reservas: en el teléfono 902 144 440.