Francfort

Inflexibilidad peligrosa Alfonso GARCÍA YUBERO

Con el salvavidas desplegado, o a punto de hacerlo, sobre tres economías de su «jurisdicción» –que podría «estrangularlas» en clave de PIB durante los próximos años– y con otras economías en situación de crecimiento anémico, la autoridad monetaria europea vuelve a hacer un ejercicio de rígida atadura a su mandato, como ya lo hizo de forma equivocada en julio de 2008.

La Razón
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Una cosa es que parezca razonable que el BCE intente anclar las expectativas de inflación de los agentes económicos –y evitar efectos de segunda vuelta con una retórica «vigilante»– y otra bien distinta es que en estos momentos sea necesario acometer una subida «preventiva», como se decidió ayer en Fráncfort.

Seguimos pensando que la presión en los núcleos subyacentes de precios va a seguir siendo limitada, sobre todo cuando las tasas de desocupación se encuentran en niveles altos y la probabilidad de efectos de segunda ronda es mínima por los reducidos niveles de crecimiento de la oferta monetaria y del crédito al sector privado, el efecto amortiguador de la apreciación del euro sobre los precios de importación, la estabilidad de los costes laborales unitarios, el exceso de capacidad productiva en sectores de actividad claves y el mantenimiento –exceptuando casos como el de Alemania– de la tasa de paro en cotas elevadas en muchos países, con un mar de fondo en Europa de crisis soberana todavía latente que provoca divergencias sensibles en la velocidad de recuperación de los países miembros (los riesgos inherentes de recaída –más si cabe si se tensiona la cuerda en materia de tipos– no deben ser obviados) y tiene interconexión con la posición de balance del sistema bancario.

Y, además, si nos ceñimos a las previsiones que maneja el propio BCE en materia de inflación –el punto intermedio de crecimiento del IPC armonizado en 2012 lo sitúa en el 1,7%, perfectamente alineado con su objetivo de estabilidad de precios– la urgencia de una subida de tipos también puede antojársenos precipitada.

 

Alfonso GARCÍA YUBERO, Director de Análisis de Banif