Crisis del PSOE

Fractura abierta

La Razón
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La guerra de los «barones» socialistas no ha hecho más que empezar. Tras la fuerte ofensiva de José María Barreda, se avecinan otros vendavales. El negro horizonte electoral para los todavía presidentes del PSOE dará paso a otra dura reacción de los alcaldes. Nadie duda que la herida de las primarias en Madrid y el triunfo de Tomás Gómez han dejado muy tocado al jefe del Gobierno, y en frágil situación a los dos «halcones», Blanco y Rubalcaba. Con su habitual sagacidad, Alfonso Guerra habla ya de un bando ganador y otro perdedor.
El manchego Barreda, uno de los dirigentes más coherentes y sensatos, atisba una debacle en su feudo. El extremeño Fernández Vara, con doble discurso en privado y en público, afronta una escisión en el partido con históricos nombres de la etapa de Rodríguez Ibarra. El andaluz Griñán puede perder el más poderoso y tradicional cortijo. Anteriores altos cargos critican sin tapujos al presidente. Los actuales ministros navegan en las filas de un Gobierno noqueado, al que Miguel Sebastián compara con un cumpleaños de incierta duración. Y destacadas cabezas de la «vieja guardia» se revuelven inquietas ante quien las fulminó de un plumazo. Mientras, Zapatero levita, ajeno a las críticas del FMI sobre nuestra economía, en la pertinaz incógnita de si será o no candidato. Bien lo dice el refrán, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Aunque la fractura está ahí, abierta, candente y pendiente de sutura.