Valencia

OPINIÓN: Salt y la Prensa

La Razón
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«Hemos recuperado el orgullo de ser saltenses», decía uno de los organizadores de la manifestación más multitudinaria que ha vivido Salt a la alcaldesa Iolanda Pineda, que no pudo evitar emocionarse también. Cierto, el sábado dieron una muestra de impresionante civismo ciudadanos de todos los colores e instituciones.

Pero algo debería preocuparnos, y mucho, a periodistas y escribidores. Queriendo o no, estamos creado la imagen de que es el epicentro del conflicto racial. ¡Rotundamente falso!

Contextualicemos. España vive un auge de violencia. Quemas de coches; agresión al consejero murciano del PP y a nuestros independentistas en Valencia; violencia callejera; pequeña delincuencia, y no cuento los asesinatos.

Salt está a la cola. En la provincia de Girona han quemado 578 coches en 12 meses, 93 en Figueres, 66 en Girona y sólo 25 en Salt; en Francia más de 4000. Los 5 delincuentes de los altercados eran de otros municipios y nunca reivindicaron mejorar socialmente, si estaban en Salt es por ser reclusos del centro de menores. Y podríamos seguir.

La crítica especulativa del corto plazo puede traer consecuencias irreparables a la larga, sobretodo entre las personas que viven en Salt, hayan nacido allí o no. Su ciudad ni es, ni merece ser, el campo virtual de operaciones racistas en que la estamos convirtiendo. ¡Burbujas, no!