Valencia

Cinco mil hectáreas hechas ceniza

Otra vez, la chispa de una radial pudo ser el origen de la tragedia que afectó a siete municipios valencianos y obligó a proceder al desalojo de más de 950 personas

Cinco mil hectáreas hechas ceniza
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Valencia- La chispa de una radial mientras se procedía a la instalación de unas placas solares fue suficiente para provocar la tragedia medioambiental de la década, el incendio «más grave de los últimos años» en la Comunitat Valenciana, en palabras del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

Aunque no se produjeron víctimas, tan sólo un herido leve, el escenario se convirtió en un cuadro dantesco en el lugar de las llamas y triste, con el cielo cubierto hasta la ciudad de Valencia. El humo, a la hora de escribir esta información, estaba llegando a las costas de Gerona por la dirección del viento.

El suceso comenzó el pasado miércoles, había arrasado ayer más de 5.000 hectáreas, aunque los servicios de emergencias no quieren dar una cifra exacta hasta que el fuego no haya sido, al menos, controlado. También fueron desalojadas más de 950 personas.

La catástrofe se extendió a siete municipios y afectaba ayer a tres comarcas valencianas, lo que obligó a la Generalitat y al Ministerio de Defensa a movilizar más de mil hombres, 28 medios aéreos, 52 autobombas y centenares de vehículos especiales desplazados desde cinco comunidades autónomas.

El foco principal del incendio al cierre de esta edición se encontraba en la localidad de Macastre y en la sierra de Martés, en el término municipal de Yátova. Por ello, se planeó frenar las llamas por estos puntos si no cambiaba la dirección del viento.

El presidente de la Generalitat recorrió en helicóptero la zona afectada para conocer de primera mano las consecuencias del incendio que en la tarde de ayer ya había obligado a desalojar a más de 700 personas, las últimas en dos urbanizaciones de las localidades de Montroi y Turís.
Las elevadas temperaturas de la zona, superiores a los 40 grados a lo largo del día de ayer, la escasa humedad relativa y el fuerte viento de poniente dificultaron enormemente las tareas de extinción de un incendio «dantesco y desolador» en palabras de Fabra y en el que también está colaborando la Unidad Militar de Emergencia.

El intenso viento de poniente que soplaba en las comarcas del interior de Valencia imposibilitó el control del incendio cuyos focos más activos avanzaron hasta las localidades de Macastre, Turís, Llombai y Catadau, alejándose considerablemente del foco inicial. Por todo ello, ni el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ni la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León quisieron hacer una valoración definitiva de hectáreas calcinadas ni tampoco de posibles víctimas, que por el momento sólo se cifran en «diversos golpes de calor en los efectivos de emergencias por las altas temperaturas» y en un bombero herido por quemaduras leves en el cuello.

Lo que si confirmaron fue la quema de diversos chalets situados en áreas boscosas y de difícil acceso.

Por todo ello el alcalde de Dos Aguas, única localidad que ayer había sido evacuada en su totalidad, mostró su intención de solicitar la declaración del área como «zona catastrófica» y agradeció la colaboración de los pueblos vecinos, donde se habilitaron distintos pabellones para los más de 500 desalojados del municipio.

Ello a pesar de que finalmente sólo 51 personas hicieron uso de ellos al ser la mayoría de viviendas de la localidad segundas residencias. No obstante, a todos los vecinos se les facilitó mantas, camas y comida hasta que se les permita acceder de nuevo a sus hogares.

El intenso humo y la ceniza que se desprendió del incendio fue visible ayer en numerosas localidades valencianas. Incluso en la capital, situada a 80 km de Cortes de Pallás y que a primera hora de la tarde quedó envuelta en una nube naranja de polvo y cenizas. La A-3, dirección Valencia también quedó afectada a la altura de Cheste y hasta tres carreteras comarcales (CV-425, CV-35 y CV 428) que comunican Macastre con Dos Aguas, Cortes y Venta Gaeta quedaron cortadas al tráfico.

En el día de ayer se desplazaron al puesto de mando avanzado situado en Yátova, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; la delegada del Gobierno, Paula Sánchez; y los diputados socialistas Antonio Torres y Francesc Signes. Al mando del operativo ya se encontraba el conseller de Gobernación Serafín Castellano.

Durante la jornada estuvieron trabajando 48 medios aéreos de la Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares y Castilla-La Mancha. Por la tarde disminuyeron a 42, debido a que algunos tuvieron que acudir a controlar y apagar los otros dos incendios en Andilla y Chelva.

Asimismo, la delegada del Gobierno confirmó que pasaron a disposición judicial las dos personas que originaron involuntariamente el fuego al estar trabajando con las placas solares.
La situación más dramática se vivió en la urbanización Altury, donde quemaron casas. Allí fue donde algunos vecinos se quejaron de la tardanza en acudir los servicios públicos contraincendios.

Las condiciones meteorológicas harán que la noche sea larga para muchos. Unos por la preocupación de controlar las llamas. Otros por temer a que el incendio afecte a sus pertenencias.

 

Dos incendios más en Andilla y Chelva
La tragedia medioambiental se amplió a otros dos incendios. El primero en Andilla, en el interior norte de la provincia de Valencia, obligó a desalojar a su población y a la de cuatro de sus aldeas -Ataj Osset, Pardanchinos y La Pobleta- debido a la proximidad de las llamas.El fuego se inició por causas desconocidas, a las 16,30 horasen la comarca de los Serranos, aunque se sospecha que pudieran haber sido provocados.