Baloncesto

Barcelona

Sergio conserva la magia

Sergio Rodríguez ha sido durante demasiado tiempo poco menos que un sospechoso para Ettore Messina. No se sabía qué era primero, si la falta de confianza del técnico en el base o directamente los pésimos primeros partidos del ex NBA en su regreso a Europa.

Tomic intenta una penetración a canasta ante la oposición de Vujcic
Tomic intenta una penetración a canasta ante la oposición de Vujciclarazon

El caso es que su presencia se limitaba a permanecer en el banquillo o a dar descanso al compañero de turno que ejerciera de base. Sergio parece haber olvidado esa fase. Y su papel en la tercera victoria del Madrid en otros tantos partidos del «Top 16» es la mejor prueba. El Real Madrid está a una victoria de colarse entre los ocho mejores de Europa. Tiene toda la segunda vuelta (viajes a Turquía y Belgrado y la visita del Montepaschi) para lograrlo. El objetivo ahora es ser primeros para que el cruce antes de la «Final Four» de Barcelona sea lo menos complicado posible.

Tres tiros libres del base canario a 2.6 segundos del final evitaron que el Efes Pilsen acabara con la imbatibilidad de la Caja Mágica. Fueron el colofón a una jugada embarullada (76-79 a 19.9) que los turcos defendieron de pena. El Madrid tuvo tres oportunidades para forzar el tiempo extra.

Los triples de Tucker y Mirotic no entraron. El de Sergio tampoco, pero en el momento del lanzamiento hubo una oportuna falta que permitió al base redondear un partido notable. Él fue uno de los responsables de arreglar el estropicio que fue la puesta en escena madridista. Lo dijo Messina en su primer tiempo. No habían pasado tres minutos y el italiano fue muy claro: «Intensidad cero». Así fue hasta bien entrado el primer cuarto (2-14, min 6).

En el Real Madrid los papeles cada vez van estando más claros. La importancia de sus jugadores tiene poco que ver con dónde empiezan los partidos. Cuatro de los que fueron básicos ante el Efes –Fischer, Mirotic, Sergio y Tucker– vieron el salto inicial desde el banquillo. El otro, Prigioni, se apuntó al partido en la segunda mitad. Con este quinteto, el equipo se rehizo de una mala salida y lo hizo gracias a la frescura de Sergio. Regaló varias canastas fáciles e imprimió una velocidad con la que el partido se equilibró. La presencia por dentro de Fischer –el estadounidense es el jugador interior más del gusto de Messina en el equipo–, la versatilidad de Mirotic y una racha en el tercer cuarto de Tucker situaron al Real Madrid en condiciones de adueñarse del partido (59-56, min 26).

Pero en el Efes hay varios jugadores que llevan toda su vida disputando la Euroliga. La experiencia de los turcos les permitió llegar al tramo decisivo con una renta estimable (70-76, min 37). Un parcial de 9-3 culminado con los tres tiros libres de Sergio Rodríguez llevó el partido a la prórroga. Messina siguió apostando por su quinteto más fiable. Un triple del base abrió el tiempo extra y el resto del quinteto respondió a la confianza del técnico para situar al Madrid a un paso de cuartos.