El Salvador

El efecto dominó de las becas Bancaja América Latina

«Estudié mi primaria en una escuelita pequeña, en la que solo había dos aulas viejas y unos cuantos pupitres deteriorados por el tiempo. No había más grados que hasta el sexto, y yo quería seguir estudiando, quería llegar a ser una profesional para sacar adelante a mi familia y a mi comunidad», comenta Martha Torres Tremiño.

En la imagen, los becarios que están este año disfrutando de su beca Bancaja
En la imagen, los becarios que están este año disfrutando de su beca Bancajalarazon

VALENCIA- Su mirada retrocede en el tiempo y recuerda los días en los que tenía que viajar en su bicicleta por los caminos lodosos de la comunidad «Dos Montes» en Ciudad Darío, Nicaragua, para ir en busca de sus sueños a la escuela. «Y hoy me veo aquí, a miles de kilómetros de mi país estudiando un máster en Finanzas en la Universidad de Valencia y aprendiendo lo más que pueda de esta experiencia», sostiene esta joven nicaraguense, una de las beneficiarias del programa Becas Bancaja América Latina.

Martha forma parte de los 195 jóvenes profesionales de El Salvador y Nicaragua que han sido acreedores, desde 1995, de las Becas Bancaja América Latina, dirigidas a potenciar la promoción y el desarrollo del capital humano, mejorando así la formación de los jóvenes latinoamericanos.

Estas becas están destinadas a personas de escasos recursos económicos, que cuentan con un buen expediente académico y que además tienen capacidades de liderazgo, vocación de emprendedurismo y potencial solidario.

Este programa, que forma parte de la línea estratégica de Cooperación Internacional de la Obra Social de Bancaja consiste en una estancia de nueve meses en Valencia, donde los becarios realizan un máster en la Universidad de Valencia, 900 horas de prácticas formativas en distintos departamentos del Grupo Bancaja, actividades de voluntariado social con inmigrantes, así como la formación en temas de liderazgo, sector financiero, responsabilidad social corporativa y recursos humanos.

Juan Carlos Soriano, gestor de Desarrollo Social de la Fundación Bancaja es convincente al afirmar que «una de las mejores formas de ayudar a El Salvador y Nicaragua es creando y formando líderes, comprometidos con su realidad, capaces de aplicar las experiencias vividas y conocimientos adquiridos en beneficio del desarrollo económico y social de sus comunidades y países de origen».

Cecibel Montano, recién graduada del MBA en la Universidad de Valencia, tras lograr la beca en el 2010, lleva consigo muy claro este compromiso, por lo que está pensando en la creación de una fundación que contribuya a la formación y educación en derecho para mujeres salvadoreñas.

Y Fanny Carol, ex becaria Bancaja, en el año 2007, ha tenido la oportunidad de trabajar en la Universidad Politécnica de Nicaragua como docente en la Licenciatura en Marketing y con ello poder contribuir a la formación de nuevos profesionales en Nicaragua.

Al igual que ellas, los estudiantes que han participado en el programa de Becas Bancaja América Latina obtienen un certificado por la ampliación de sus estudios en España el cual, de regreso a sus países, les facilita su integración en el mercado laboral.

En la mayoría de los casos, la Administración Pública, las universidades y la empresa privada de los países de origen han sido las receptoras de estos nuevos profesionales.
 

 

los frutos de las becas bancaja
En 2002, un grupo de ex becarios de Bancaja, animados por su experiencia en España, crearon, con la colaboración de la Fundación Bancaja, la asociación Jovesolides, cuyo fin es conceder becas para alojamiento y manutención a estudiantes con pocos recursos económicos, procedentes de zonas rurales alejadas de la capital donde cursan sus estudios. Cada año, 35 estudiantes universitarios estudian y viven en la Residencia universitaria de Ayutuxtepeque en San Salvador, y 14 jóvenes también completan su formación universitaria en la Residencia Casa Nueva de Managua. Para optimizar la gestión de las residencias universitarias y de otros proyectos en Centroamérica, se creó de la Asociación de Ex becarios de Bancaja.