El sueño americano de Ignacio Sánchez Galán

Hace alrededor de diez años mientras Ignacio Sánchez Galán, de 50 años, esperaba en Santa Bárbara (California) a unos inversores con los que tenía una reunión, le dio por mirar al cielo. "Yo que soy muy cotilla me di cuenta que los postes eran de madera. Tenían transformadores monofásicos, y además también colgaban los cables de fibra óptica", explicó con una sonrisa el presidente de Iberdrola durante un encuentro con la prensa española en la presentación de dos sus últimos proyectos en Estados Unidos.

Entoces, su formación de ingeniero industrial y ganas de abrir mercado pudieron más que cualquiera de las complicaciones que le pueden surgir a un empresario que desea invertir en este país. Aquí, esta empresa se ha introducido de forma paulatina desde 2006. Y en cuatro años, se han convertido en la compañía española con más inversión. Tienen presencia en 23 de los 50 estados y cuentan con unos activos valorados en unos 30.000 millones de dólares.

Así las cosas, estos días Sánchez Galán ha presentado sus dos últimos planes que supondrán una inversión de 1.500 millones de dólares. El primero es una línea eléctrica de alta tensión de 800 kilómetros que conectará Canadá con Estados Unidos y atravesará 75 ciudades y pueblos del noreste del país. El proyecto que terminará en 2015 generará más de 3.000 puestos de trabajo.

La segunda iniciativa, con un presupuesto de 166 millones de dólares, será la creación de una red inteligente que servirá a más de 620.000 clientes en Maine. Todavía así, esta inversión tiene un sabor agriducle para este ingeniero industrial: "Podríamos haber sido pioneros en España (en referencia a su proyecto fallido de crear una red inteligente en Castellón), pero no parece que hayan tenido mucho interés, así que, lamentándolo mucho, tendremos que serlo En Esatdos Unidos", explicó Sánchez Galán.

Además, el gobierno español tiene unas deudas con las compañías eléctricas de 20.000 millones de euros, de los que el 35 por ciento los tiene pendientes con Iberdrola. Así las cosas, Sánchez Galán, víctima de los enredos políticos de España, se quejó de que "cada vez que llega un nuevo ministro queriendo, queriendo dejar su impronta, son 4.000 millones de euros más de coste para el sistema energético español", señaló.

Estas formas destacan con las de Estados Unidos, donde en vez de deudas Galán tiene subvenciones con la administración Obama. Algunas llegan hasta el 30 por ciento a fondo perdido, las cuales se reciben en el plazo de seis semanas.

De esta forma, Sánchez Galán, orgulloso del origen español de su empresa, admite que es global. Y no desestima que en décadas, quizá, la sede de Iberdola puede estar en Estados Unidos, tradicionalmente conocida como tierra de las oportunidades.