Ciudad Lineal

Los joyeros no remontan: un asalto cada dos días

La Razón
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MADRID- Las joyerías de la región siguen estando en el punto de mira de los delincuentes. Este gremio se ha convertido en el objetivo prioritario de los atracadores y, pese a que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha aumentado la presencia y vigilancia policial de sus establecimientos, las cifras que facilita el colectivo de joyeros no hacen prever un año muy alentador. El secretario general del Gremio de Joyeros, Plateros y Relojeros, Armando Rodríguez, asegura que se han producido 23 asaltos en lo que va de año, de los cuales doce de ellos han sido consumados. Ésta es una cifra que vaticina, según el gremio, un año igual o peor que el anterior, en el que se registraron 259 ataques, que supusieron un aumento del 74% respecto a 2010. Durante el año pasado, se contabilizó un robo cada dos días y, durante este año, la tendencia continúa. Por este motivo, los joyeros insisten en demandar una reforma legislativa como única solución disuadir los asaltos, en la que la reincidencia sea más castigada. Una reforma ya prometida por la delegada del Gobierno, que celebró con este gremio su primera reunión tras tomar posesión del cargo hace menos de un mes.

Los últimos dos robos se produjeron durante este fin de semana. Uno de ellos, en la céntrica calle de Fuencarral, donde los atracadores no consiguieron abrir la caja fuerte, por lo que no se llevaron dinero en efectivo, pero huyeron con algunas joyas. El otro tuvo lugar en el número 16 de la calle Gómez de Avellaneda. Se las prometía muy felices el hombre que intentó robar en el Distrito de Ciudad Lineal. Después de probarse varios cordones de oro, aprovechó un descuido de la responsable del establecimiento para echar a correr con el botín. No tuvo oposición ninguna para salir por la misma puerta por la que había entrado, pero lo que no podía imaginarse es que los dos hombres que permanecían en la joyería eran policías. Alertados por la dependienta, que tardó apenas unos segundos en darse cuenta de que el delincuente había huido, los dos policías se apresuraron a perseguir al ladrón, procediendo inmediatamente a su detención en una calle próxima a la joyería.

La creciente «fiebre del oro» ha caído como una losa en este sector, que ya de por sí era suficientemente «atractivo» para los delincuenets. El precio de esta «moneda neutral» no deja de adquirir valor con la crisis. Ante los continuos cambios que sufre el euro y el dólar, las organizaciones criminales lo han tomado como un valor seguro de pago.