Cataluña

Rivera busca el voto progresista descontento con el nacionalismo del PSC

La Razón
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Barcelona- Albert Rivera no escondió ayer cuál es el granero de votos al que se dirige mañana para pasar de tres a cinco diputados y lograr grupo propio en el Parlament. El candidato de Ciutadans cerró la campaña en Barcelona, pero a lo largo de la jornada realizó actos para buscar al votante del PSC descontento por su giro nacionalista.
En Girona, donde el PSC de Anna Pagans encabeza un gobierno tripartito, el candidato aseguró: «Aquí sabéis bien que el PSC es otro partido nacionalista». Y, tras definir a su formación como «progresista pero no nacionalista», apelo al voto de los socialistas desencantados. No en vano, sus postulados definen a Ciutadans como una formación de izquierdas, pese a que en las últimas europeas se presentaron bajo el paraguas de la formación ultraderechista Libertas, lo que provocó el rechazo de Antonio Robles –ahora candidato de UPyD– y José Domingo, que regresa a la Inspección de Trabajo.

La gestión de la crisis
Antes de ir a Girona, Rivera se fue a otro de los graneros del voto socialista, L'Hospitalet de Llobregat, y también abundó en sus críticas al PSC, partido que es «sinónimo de garantía de fracaso, decadencia y paro».
Ante una oficina del servicio de ocupación de la ciudad, argumentó que «el candidato del PSC, José Montilla, y el ex ministro de Trabajo y número tres de la lista del mismo grupo, Celestino Corbacho, representan la garantía de no encontrar trabajo y su partido atesora las peores cifras de la historia». En L'Hospitalet, Rivera también incidió en que el PSC ha potenciado las «políticas de identidad» en lugar de solucionar la crisis y crear empleo.