Barcelona

La persecución en Salt de un menor inmigrante acaba en actos vandálicos

Cinco coches calcinados, siete motos quemadas y varios contenedores destrozados es el resultado del fin de semana vandálico que ha vivido la población de Salt (Girona) después de que un grupo de jóvenes adolescentes, la mayoría inmigrantes, se manifestaran por el centro de la ciudad

Las llamas de los actos vandálicos dejaron calcinada la fachada de un edificio
Las llamas de los actos vandálicos dejaron calcinada la fachada de un edificiolarazon

Ante los graves incidentes la presencia policial se multiplica, los vecinos estallan de indignación y el Consistorio advierte de que los actos están «generando rabia» entre la población.

El pasado sábado 8 de enero un joven inmigrante de origen magrebí resultó herido muy grave al precipitarse accidentalmente desde una ventana de un cuarto piso cuando huía de la policía. Tras este desafortunado incidente, el pasado viernes un centenar de compañeros suyos, chicos de 10 a 20 años, la mayoría extranjeros y algunos de ellos tutelados por la Generalitat – según detallaron fuentes policiales– se manifestaron ante la sede policial de Salt como acto de soporte al joven herido, que se encuentra en estado crítico en el Hospital Josep Trueta de Girona.

La concentración desencadenó una sucesión de actos vandálicos por las calles del centro de la población con nueve contenedores quemados, varios cristales rotos y gritos contra las fuerzas policiales. «Parecía una estampida de una película del oeste, destruían todo lo que había en su paso», explicaba un vecino indignado en un bar de Salt.

Varias detenciones

Los incidentes finalizaron con la intervención de los Mossos d'Esquadra, que identificaron a cuatro muchachos y detuvieron a tres chicos vecinos de Salt: Ibrahim O, de 23 años, de origen marroquí y con 15 antecendentes policiales, y dos menores, uno de nacionalidad marroquí y otra española, de origen sudamericano.

Al día siguiente y durante la madrugada de ayer cinco vehículos y siete motos aparecieron calcinadas. Fuentes de los Mossos d'Esquadra de Girona que investigan el caso consideran que «todo apunta a que existe una relación entre ambos sucesos, pero aún no está del todo claro, por lo que la investigación policial sigue abierta». De momento, han incrementado su presencia en la ciudad y más agentes y furgones patrullan desde ayer por las calles de Salt.

El Consistorio insiste en que es un problema de vandalismo, y no quiere relacionarlo con la inmigración. La alcaldesa, Iolanda Pineda (PSC), calificó los hechos de «muy graves» y reclamó una respuesta «firme y contundente para que estas acciones no queden impunes». La dirigente está convencida de que todos los vecinos de bien, «independientemente de su origen», darán una respuesta «modélica para que el incivismo no rompa el futuro y la esperanza» en el municipio.

Pero sucesos de este tipo «generan rabia, indignación y frustración», consideró Pineda quien añadió que «son sentimientos muy legítimos y lógicos», que también comparte.