Barcelona

Martínez Sistach califica la visita del Papa de «examen» para Barcelona

La visita del Papa Benedicto XVI ha centrado la homilía del Arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en la misa de la Mercè, en la que el cardenal ha advertido que supone un "examen"de la capacidad acogedora de la ciudad y ha pedido la colaboración de autoridades y ciudadanos.

La tradicional misa de la patrona de Barcelona ha reunido hoy en la basílica de la Mare de Déu de la Mercè a las máximas autoridades autonómicas y municipales, encabezadas por el presidente de la Generalitat, José Montilla, así como a representantes del mundo político y cultural y del Ejército.


El Arzobispo ha dedicado su homilía a la visita papal para la consagración de la Sagrada Familia, prevista para el próximo 7 de noviembre, porque, en su opinión, es "un examen de la capacidad acogedora de la ciudad, calificada por Miguel de Cervantes como "archivo de la cortesía"y como "hospital de los pobres".

Martínez Sistach ha pedido "la colaboración de todos, desde las autoridades hasta los ciudadanos"en los dos "compromisos"que tiene Barcelona en las próximas semanas: el XXV Encuentro Internacional de Plegaria por la Paz, promovido por la Comunidad de San Egidio -del 3 al 5 de octubre próximos- y la visita de Benedicto XVI para la consagración del templo de Gaudí.

El prelado ha añadido que la visita papal a Barcelona también se convierte en un examen de la calidad de nuestra vida cristiana y de nuestra capacidad de construir una sociedad más "humana, más justa, más libre", en cuya base está el Evangelio, glosando así unas palabras pronunciadas por Benedicto XVI en el balance de su reciente visita a Reino Unido.

Tras evocar las raíces cristianas de Barcelona, Sistach ha recordado que en esa audiencia el Papa manifestó su convicción de que las antiguas naciones europeas conservan su alma cristiana.

Refiriéndose al Encuentro Internacional de Plegaria por la Paz, el cardenal ha considerado "especialmente oportuno"que Barcelona "acoja a líderes de las principales confesiones y religiones del mundo, porque así, todos los ciudadanos y ciudadanas de esta sociedad cada día más plural y globalizada, puedan ver nuestra voluntad de construir una convivencia en la libertad, en el respeto de las diversidades y en respeto también de los derechos humanos".

Sin hacer ninguna alusión a la polémica por el túnel del AVE a su paso por la Sagrada Familia, el cardenal ha recordado que la consagración del templo de Gaudí es una invitación, sobre todo a las familias cristianas, a ser "un santuario de piedras vivas"en la que se viva "la riqueza del matrimonio entre un hombre y una mujer, en la que se construya cada día una comunidad de vida y de amor, abierta a la fecundidad y a la vida".

En este sentido, ha señalado que es significativo que tras el acto de la Sagrada Familia, por la tarde del 7 de noviembre, el Santo Padre visite la Obra Benéfico-Social del Nen Déu, una obra al servicio de personas afectadas por el síndrome de Down y otras discapacidades, que, a su juicio, es la expresión del verdadero espíritu mercedario.

Martínez Sistach ha concluido su homilía señalando las necesidades crecientes en un tiempo de crisis económica ante los nuevos retos de acogida que plantea una ciudad cada día más plural.