Roma

Nadal amplía la leyenda

Venció a Federer y ya es el jugador con más Masters de la historia (18)

El tenista español Rafa Nadal muerde el trofeo tras ganar al suizo Roger Federer
El tenista español Rafa Nadal muerde el trofeo tras ganar al suizo Roger Federerlarazon

MADRID- Nadal es el mejor jugador del mundo sobre tierra batida. Sin más, por si quedaba alguna duda por las especiales condiciones de Madrid. Que si la altitud, que si la pista es demasiado rápida, que si... Temas menores cuando Rafa está bien. Era un torneo que le daba alergia por la mala experiencia del año anterior, pero eso ya está olvidado afortunadamente para él y para el torneo. Rafa se ha mostrado tan dominador como estuvo en las semanas anteriores en Montecarlo y Roma. Y lo hizo ante Federer. El suizo es el mejor jugador del planeta siempre y cuando el polvo de ladrillo y Nadal estén lejos. La leyenda de Rafa ha ido un poco más allá. El récord de Masters Series de Agassi ya es historia. Se han disputado tres de estos torneos sobre tierra batida en 2010 y los ha ganado todos con una sensación de superioridad incuestionable. Nadie lo había logrado antes. Ya acumula 18 Masters, uno más que la leyenda estadounidense, dos más que Federer y eso sin haber cumplido todavía los 24 años. Eso lo hará en pleno Roland Garros. Es el siguiente gran desafío, reconquistar el «Mundial» sobre tierra batida. Buscará su quinta corona en París y por lo visto en 2010 no hay un Soderling capaz de estropear los planes. Nadie parece capacitado para hacerle sombra. Porque Rafa está físicamente bien y su tenis, cuando el físico le responde, es inalcanzable para el resto.La aclimatación de Nadal al torneo ha ido produciéndose a medida que se desarrollaban sus partidos en la central. Arrancó frío, como si extrañara las condiciones que le rodeaban, pero a partir de la tercera ronda comenzó a sentirse a gusto. Fue una adaptación progresiva que tuvo su culminación en la final. Rafa se deshizo de Federer en dos sets porque el suizo se ve obligado a forzar más de lo que debe. Sus golpes, que ante cualquier otro rival, son determinantes, no tienen el mismo efecto con Nadal. Si a este factor se añade que el saque no le respondió como es habitual, eran demasiadas armas desperdiciadas como para hacer frente a un jugador ante el que ha perdido en catorce de sus 21 duelos directos.A Federer es poco menos que imposible propinarle dos «breaks» en el mismo set. Nadal lo hizo. Además, fue capaz de salvar cuatro bolas de «break» en el décimo y definitivo juego de este parcial. Lo que en anteriores ocasiones habría minado el juego del suizo no lo hizo esta vez. Y eso que su situación crítica se agudizó. Cedió un nuevo «break» en el primer juego del segundo set, pero se rearmó. Fue más agresivo. No le quedaba otra opción. Se acercó a la red y, aunque esa apuesta provocó alguno de los mejores golpes de Nadal con su revés cruzado, le sirvió para prolongar el partido y llevarlo al desempate. Ahí Federer se adelantó 2-4, pero la presión de Rafa le provocó que fallase tres golpes consecutivos, que eran sencillos para él. Nadal no desaprovechó las «facilidades» y en la segunda bola de partido su resto realizó un bote extraño y al suizo se le acabaron las oportunidades ante un jugador de leyenda. «Nadie me había ganado nunca en este estadio, pero Rafa está jugando increíble en esta temporada de tierra». Ese comentario fue del propio Federer en la entrega de trofeos. No queda nada más que añadir.

Una temporada perfecta en tierra«Ni en el mejor de mis sueños imaginaba una temporada en tierra batida como la que estoy viviendo este año», fue el primer balance que hizo Rafa de su palmarés en 2010 sobre el polvo de ladrillo. Tres torneos, tres Masters 1.000 y tres títulos antes de afrontar la reconquista de Roland Garros. «Es el torneo más difícil para mí, pero con esta pista y este público no ha podido ser mejor», aseguró Rafa. «Aquí he vivido alguna de las mejores victorias de mi carrera como la que logré ante Ljubicic y la de hoy», comentó el número dos del mundo en la entrega de trofeos, que estuvo presidida por la Reina Doña Sofía y la Infanta Elena. Con el 39 título de su carrera en el bolsillo, el 28 sobre tierra batida, a Nadal le queda ahora mirar a París, aunque antes pidió una tregua: «Ahora vamos a disfrutar de esto porque queda una semana para Roland Garros».