Martorell

El PP se lanza a por el voto del PSC

Rajoy reconoce el papel «clave» de Cataluña para superar la crisis. Sánchez-Camacho insta a los populares a pedir a los votantes socialistas «defraudados» que «nos voten»

Alicia Sánchez-Camacho y Jorge Fernández, recibieron a Mariano Rajoy como «futuro presidente del Gobierno»
Alicia Sánchez-Camacho y Jorge Fernández, recibieron a Mariano Rajoy como «futuro presidente del Gobierno»larazon

Cerdanyola (Barcelona)- Lejos, muy lejos, quedan ya las imágenes de los Mossos d'Esquadra protegiendo a dirigentes del PP de un intento de agresión. En Cerdanyola del Vallès, a apenas 18 kilómetros de Martorell, donde Ángel Acebes y Josep Piqué, hace cinco años, fueron agredidos, ayer, centenares de personas se agolparon ante el pabellón municipal de deportes para vitorear a Mariano Rajoy. El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Alicia Sánchez-Camacho y Jorge Fernández, no lo tuvieron fácil para llegar hasta el atril donde iba a pronunciarse el primer mitin multitudinario de la precampaña popular en Cataluña. Todos querían saludar, abrazar y besar a Rajoy, la presidenta del PP catalán y el cabeza de lista por Barcelona.

Ya frente al micrófono, Rajoy agradeció al millar de simpatizantes allí presentes las muestras de cariño con un discurso donde elogió el rol de Cataluña como pieza para superar la crisis económica. Tras reconocer el papel de Cataluña como «clave» para la recuperación económica de España, porque «es una tierra de emprendedores y trabajadores», invitó a «los que mejor saben hacer las cosas» a involucrarse en su proyecto.

A cambio de votar al PP, ofreció «empleo, bienestar y riqueza». Una oferta con la que trató de seducir a los socialistas desencantados. En tierra del PSC, uno de los 36 municipios del área metropolitana de Barcelona, Sánchez-Camacho instó a los militantes y simpatizantes populares a «pedir nuestro voto» a los socialistas decepcionados con los sucesivos gobierno ce José Luis Rodríguez Zapatero.

Fernández y Sánchez-Camacho, primero, y Rajoy, después, criticaron con dureza la gestión económica de los socialistas que han dejado «cinco millones de parados en España y 600.000 en Cataluña». Fernández empezó por alertar de que «hay cinco millones de razones para no votar al PSOE y 600.000 para no votar al PSC», una por cada ciudadano en paro. Tras recordar que la candidata del PSC, Carme Chacón, y el del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, son responsables de la «dramática» situación de crisis que atraviesa el país, recordó que hay una esperanza para volver a jugar «la Champions League de la Economía mundial», votar a Rajoy el 20-N.

Duran, «el colmo del cinismo»
Sánchez-Camacho, tras cargar contra los recortes de Artur Mas, insistió en que la única alternativa para crear empleo y oportunidades es el PP. Y como prueba puso los resultados que los populares han obtenido trabajando desde la oposición en el Parlament y el Ayuntamiento de Barcelona. La presidenta del PP destacó que su partido «decide la gobernabilidad de Cataluña y Barcelona desde la oposición», en alusión que sin su apoyo y aportaciones, CiU no hubiera tirado adelante los presupuestos ni en el Parlament ni en el Ayuntamiento de Barcelona. Rajoy reiteraría este mensaje.

Conscientes de que hay sondeos que, por primera vez, apuntan a un «sorpasso» del PP a CiU, el trío popular golpeó también al flanco nacionalista. Sánchez-Camacho acusó al candidato de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, de ser «el colmo del cinismo» por decir, ahora, que el Gobierno de Zapatero debería haber desaparecido hace un año, cuando fue la federación «quien evitó las elecciones anticipadas absteniéndose en el plan de ajuste de mayo de 2010».

Rajoy también intentó meterse en el bolsillo el voto del electorado nacionalista más moderado con su receta económica para superar la crisis que pasa por generar empleo vía inversión, en vez de recortar políticas sociales.

Antes de despedirse, llamó a quienes confiaron en el PP en las autonómicas y las municipales a volver a ejercer este voto de confianza el próximo 20-N.


La importancia de Cataluña
Mariano Rajoy, a quien su familia apodó como «el catalán» en la última campaña autonómica por sus constantes viajes a Cataluña, avanzó ayer que volverá dos veces más antes del 20-N para recordar que «Cataluña tiene un papel decisivo en el cambio de España». En 2004, el PSC aupó a Zapatero a La Moncloa, tras obtener un millón y medio de votos que se tradujeron en 21 escaños. En ninguna otra comunidad hubo una diferencia tan grande entre socialistas y populares como en Cataluña: 15 diputados, que cuatro años después, en 2008, sería de 18. Rajoy ha trabajado los últimos cuatro años para recortar distancias.