Cataluña

Feijóo avisa a Mas de que «las deudas no se pagan agitando banderas»

El PP exhibe al presidente gallego como un gobernante con «agallas» que afronta la crisis

Núñez Feijóo y Sánchez-Camacho fueron recibidos por un grupo de gaiteros en el Centro Galego de Barcelona
Núñez Feijóo y Sánchez-Camacho fueron recibidos por un grupo de gaiteros en el Centro Galego de Barcelonalarazon

BARCELONA– El PP se ha estrenado en campaña mostrando toda su artillería, con doblete de Mariano Rajoy y poniendo sobre la mesa las cartas de su estrategia: apelar al voto español y desacreditanto la capacidad de gobernar de Artur Mas. Después de que el presidente del Gobierno acusara a Mas de inventarse unas elecciones plebiscitarias – «porque no ha tenido coraje para hacer frente a los problemas derivados de la crisis»–, ayer entró en la campaña catalana Alberto Núñez Feijóo, que el PP exhibió como ejemplo de buen gobernante.
Siguiendo los pasos de Rajoy, el presidente de la Xunta de Galicia reprochó a Mas que «no vamos a pagar las deudas agitando banderas o echándole la culpa al resto del Estado».

Galicia, el ejemplo a seguir

El Feijóo que ayer fue jaleado por centenares de gallegos, catalanes de adopción, a su llegada al Centro Galego de Barcelona, se mostró más seguro de sí mismo y persuasivo que hace dos años. A Feijóo, gobernar y ser reelegido, pese a los embates de la crisis, le ha sentado como sienta a un joven una experiencia en el extranjero, ha ganado confianza y madurez.

Feijóo presumió de que bajo su mandato Galicia ha entrado en el club de las Comunidades Autónomas que hicieron los deberes y cumplieron con el déficit del 2,4 por ciento que el Gobierno exigía en 2011.

El gallego tiró del mantra que Rajoy inauguró para recabar votos para Alicia Sánchez-Camacho, retratar a Mas como un gobernante nefasto. Presentó al candidato de CiU como un presidente «cobarde», que, incapaz de afrontar los retos de la crisis se ha sacado de la chistera un adelanto electoral en clave plebiscitaria. Y, animado por Alicia Sánchez-Camacho, que dijo de él que es un político que «no se ha escondido detrás de una bandera» y «ha dado la cara por su gestión», se postuló como el modelo a seguir.

Explicó que durante la campaña electoral de la que salió vencedor con una mayoría absoluta y a la que se presentó como presidente de la Xunta, le hubiera gustado decir que «no había ningún problema»; que «todos los problemas venían de fuera –como ha hecho Artur Mas–»; que «siempre había un culpable –como ha hecho Artur Mas–, y que «los problemas siempre venían de Madrid –como ha hecho Artur Mas–». Pero «no hubiera cumplido con mi deber», admitió, tras añadir que «me eligieron para ser un presidente responsable». «Una cosa es gobernar y otra es despistar, cambiar los problemas por otros que no existen», reprochó a CiU.

Que no decaiga el ánimo

Aunque la música de las gaitas sea más melancólica que alegre, el calor de los gallegos levantó el ánimos de Feijóo y Sánchez-Camacho. Para demostrar que es un político responsable, el primero proclamó que «no nos presentamos para gestionar sentimientos, sino para gestionar el empleo o la deuda». Y la segunda se animó a decir que algún día será presidenta de la Generalitat y Alberto Fernández alcalde de Barcelona.