Atenas

Van Rompuy cree que la UE debe aumentar la presión sobre Grecia

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, opinó hoy que la UE debe aumentar la presión sobre Grecia para que lleve a cabo las reformas que se ha comprometido a realizar, como condición para recibir asistencia financiera.

"Los mercados ven que hay problemas para aplicar el plan de ajuste en Grecia e Italia. Europa debe aumentar la presión sobre estos países para que lleven a cabo las medidas que han diseñado", declaró Van Rompuy a la radio flamenca VRT.

El dirigente europeo, que hoy se reunirá con el primer ministro finlandés, Jurki Katainem, y a continuación con la canciller alemana, Angela Merkel, defendió además una mayor integración en la zona del euro. "No puede ser que tengamos una moneda única y 17 políticas distintas", comentó Van Rompuy, quien reclamó un papel destacado de la Comisión Europea (CE).
Además, pidió que se lleve a cabo una "diplomacia silenciosa", ya que, a su juicio, las "grandes declaraciones sobre la economía europea dañan más que ayudan".

La visita de Van Rompuy a Finlandia y Alemania se produce en un momento muy delicado para la economía europea por la insistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) en que existe un riesgo de caer en una nueva recesión y tras la retirada temporal de los supervisores internacionales que comprueban la aplicación de las reformas en Grecia.

Las reuniones en ambos países se centrarán previsiblemente en la posibilidades que plantea el segundo paquete de ayuda financiera a Grecia, valorado en 109.000 millones de euros de fondos públicos más otros 50.000 millones de acreedores del sector privado, que fue aprobado el pasado 21 de julio, pero está aún pendiente de ratificación en los parlamentos nacionales.

Según el acuerdo al que dieron luz verde los países comunitarios, los estados miembros pueden pactar con Atenas garantías bilaterales a cambio de su apoyo, una opción que aprovechó Finlandia y ha sido rechazada por otros socios europeos, como Alemania.

El acuerdo inicial entre Finlandia y Grecia -la creación por parte de Atenas de un depósito en efectivo del 20 % de los 1.400 millones de euros que corresponderá a Helsinki aportar al rescate- ya se da por descartado, pero se estudian otros posibles planteamientos.

En paralelo, fuentes comunitarias comentaron hoy la retirada temporal de Atenas de la llamada "troika"-el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la CE- y, aunque negaron que se hayan exigido medidas adicionales a Grecia, sí admitieron que estaba en riesgo la concesión del siguiente tramo de ayuda a este país, de 8.000 millones de euros.

"La asistencia financiera conlleva una fuerte condicionalidad y esto significa que, si no se cumplen (las medidas de ajuste), la asistencia puede parar", explicaron las fuentes y recalcaron que de lo contrario países como Alemania, Holanda, Austria y otros como España e Italia, que también tiene problemas, no se habrían comprometido a hacer el esfuerzo de apoyo.

El desembolso de esta sexta entrega de ayuda está previsto para finales de septiembre y está condicionado al cumplimiento de una serie de medidas de ajuste concretas