Barcelona

«Mi detención es una venganza por el éxito de Bildu»

«Esto es en venganza por el éxito de Bildu». Ignacio Gracia Arregui, «Gorosti» e «Iñaki de Rentería», acababa de ser detenido, el pasado 25 de mayo, por agentes de la Guardia Civil en las proximidades del bar «Faisán», en la localidad guipuzcoana de Irún.

Ignacio Gracia Arregui, en el momento de ser detenido
Ignacio Gracia Arregui, en el momento de ser detenidolarazon

Se iba, mochila al hombro, a Francia. Al etarra no se le ocurrió otra cosa para explicar su arresto que los buenos resultados obtenidos, días antes, por la citada coalición. En fechas más recientes, cuando realizaba una prueba caligráfica en la Audiencia Nacional, dijo que sufría mareos para no seguir. Debía saber ya que una brillante investigación, realizada por la Guardia Civil y propiciada por una iniciativa de Dignidad y Justicia, la asociación que preside Daniel Portero, le implica en el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, al más largo de los cometidos por ETA. El mareo de «Gorosti» podría tener su justificación en que varias pruebas que existen contra él, consisten en unos documentos manuscritos, cuya autoría se le atribuye, y que acreditarían sus responsabilidades dentro de la banda en el momento en que Ortega Lara estaba secuestrado.

En 1992, tras la detención de los integrantes de la cúpula «Artapalo», Ignacio Gracia pasó a ocupar importantes responsabilidades. Por «Gorosti» le conocieron los integrantes de varios «comandos», entre ellos el que se dedicaba a robar coches, que después eran utilizados por otras células para cometer atentados. La confirmación de que «Gorosti» era el alias de este individuo se logró en 1993, gracias a un papel que fue encontrado en poder de los miembros de ETA Rafael Caride Simón (uno de los autores de la matanza de Hipercor en Barcelona) e Iciar Imaz Elguezábal, detenidos en Francia. Estaba firmado por «Gorosti» y, según pudieron acreditar los peritos de la Guardia Civil, había sido escrito por Gracia Arregui.

El cabecilla etarra ejerció, tras la caída de «Artapalo», importantes responsabilidades en los «aparatos» «logístico» y «militar», hasta que fue detenido en Francia el 15 de septiembre de 2000. Se pudo determinar entonces que, en mayo de 1996, desempeñaba labores directivas dentro de la banda: se le incautó un documento manuscrito firmado por «Erankudea» («La Organización», en castellano), expresión utilizada por ETA en las comunicaciones escritas de su máximo órgano de dirección. El papel, según los citados expertos, había sido escrito por Ignacio Gracia Arregui.

Entre los «comandos» que controló, además del «robacoches» (entre marzo de 1992 y el 24 de octubre de 1993, cuando fue desarticulado), estaban el «Barcelona», entre abril de 1993 y el 28 de abril de 1994, en que fue desmantelado; y el «Goiherri», entre julio de 1996 y el 1 de julio de 1997, cuando fueron detenidos sus integrantes y rescatado José Antonio Ortega Lara. Esta última célula era controlada por Julián Achurra Egurola, «Pototo», pero su detención, el 23 de julio de 1996, propició que «Gorosti» se hiciera cargo del «comando». Así lo confirmó uno de los miembros del grupo que, además, indicó que les había ordenado prolongar el secuestro, pese al mal estado de salud del funcionario de prisiones.

Historial
Entre julio de 1979 y octubre de 1986 perteneció al «aparato de información» de ETA que se encargaba de buscar objetivos para atentados Tras ocuparse de la «acogida y seguridad» de los que huían a Francia, a partir de marzo de 1992, «ascendió» hasta la «dirección», dentro de los «aparatos» «logístico» y militar». En 1996, era el jefe en Francia del «comando Gohierri», que mantenía secuestrado al funcionario de prisiones Ortega Lara.