Del origen de las protestas tunecinas al voto al magnate

TÚNEZ- Sidi Bouzid, el epicentro de la revolución tunecina, volvió ayer a ser noticia por haber dado la mayoría de sus votos al candidato más polémico de estos históricos comicios. En la región donde el joven Mohamed Bouazizi se prendió fuego como protesta a la falta de oportunidades y dignidad reinante en Túnez ha salido Aridha Chaabia (Petición Popular, en árabe) como la formación más votada. Su líder, el millonario Mohamed el Hamdi, nació allí y aunque lleven años sin verlo en persona, sus vecinos se han volcado con él. Sidi Bouzid es el único lugar donde los islamistas de Enahda no están a la cabeza, y es que a Aridha han ido a parar más de 48.000 votos, es decir tres escaños. El controvertido El Hamdi posee un canal de televisión, Al Moustakilla, a través del cual entra en los hogares tunecinos vía satélite. Su lenguaje populista le ha ayudado a convertirse en la tercera fuerza del país. Su presencia en la Asamblea Constituyente, donde ya tiene 22 asientos asegurados, ha irritado a la izquierda, a Enahda y la mayoría de tunecinos, que no sabían ni que El Hamdi tuviera un partido y, sin embargo, sí recuerdan sus declaraciones de apoyo a Ben Ali. Los partidos empiezan a dar los nombres de sus candidatos a los cargos importantes, por ejemplo, a Moncef Marzouki de la segunda formación más votada o a Mustafa Ben Jafaar, líder de Ettakatol, les gustaría ser presidentes, y a Hemadi Jebali, de Enahda, el próximo primer ministro. Sin embargo, Mohamed el Azhar Elekremy, ministro del interior del Gobierno interino, contó al diario egipcio «Tahrir» que El Hamdi sería el futuro primer ministro «y si no, al tiempo». Incluso la ISIE advirtió ayer que está investigando muy de cerca de dónde viene la financiación de Aridha, a lo que en la calle ya tienen respuesta: «Llega desde Arabia Saudí, es de Ben Ali».