Barcelona

Hereu rechazó una oferta privada para instalar pantallas en el Mundial

Los dueños de los derechos televisivos querían instalar las pantallas en la plaza Catalunya.

Hereu rechazó una oferta privada para instalar pantallas en el Mundial
Hereu rechazó una oferta privada para instalar pantallas en el Mundiallarazon

Barcelona tuvo la oportunidad de disfrutar de las hazañas de la selección española durante el último Mundial, sin embargo, la perdió. La falta de entendimiento, o de interés,entre ambas partes propició que los barceloneses se engancharan tarde y a contrapié a las retransmisiones callejeras. Lo que en el resto de ciudades europeas era la tónica dominante, en Barcelona se convirtió en excepción, los barceloneses únicamente pudieron ver la final del Mundial. Ayer tuvo lugar en el seno del Ayuntamiento una comisión en la que, entre otros temas, el PP sacó a relucir la presencia tardía de las pantallas en la ciudad. A lo que el concejal de deportes del Consistorio, Pere Alcober, explicó que inicialmente no hubo acuerdo por el emplazamiento. Sin embargo, teniendo en cuenta «la excepcionalidad» de la final el Ayuntamiento se avino a ceder la avenida Maria Cristina para el último partido. Lo cierto es que, según el PP, la iniciativa privada, de Telecinco y Hyundai, a la sazón, dueños de parte de los derechos de los partidos, propusieron a las autoridades municipales la instalación de pantallas gigantes para seguir el Mundial. Y qué mejor sitio que la plaza Catalunya. El Ayuntamiento, sin embargo, prefería un emplazamiento más discreto y apartado como el Fórum, que no gustó en absoluto. Para el Consistorio, la céntrica plaza barcelonesa, acostumbrada a albergar las celebraciones del Barça, no ofrecía las suficientes garantías de movilidad. El gobierno municipal, lejos de querer renegociar, prefirió dejar el asunto de las pantallas a su propia suerte. No obstante, los triunfos de «La Roja» hicieron recapacitar, tarde, al Consistorio que instaló las pantallas para la final a los pies de Montjuic.Presión popularDesde el PP volvieron a insistir, además, en que las pantallas instaladas eran diminutas, «más propias de una una fiesta de pueblo que de una gran ciudad». También subrayaron la falta de voluntad por parte del Ayuntamiento en este tipo de acontecimientos y que sólo «la presión popular» permitió que los barceloneses pudieran disfrutar de un único partido durante todo el Mundial.