Relación España/Venezuela

Los «comandos» electorales de Chávez buscan a los indecisos

Las legislativas del próximo domingo son una prueba de fuego para saber la fuerza real del caudillo venezolano.

Los «comandos» electorales de Chávez buscan a los indecisos
Los «comandos» electorales de Chávez buscan a los indecisoslarazon

Madrid- «Ellos, los oligarcas vendidos al Imperio, lo que quieren es sacar a Chávez [del poder, se entiende] y saben que tienen un atajo para hacerlo desde la Asamblea Nacional, si nosotros y nosotras les dejamos». El «Cuaderno de la Unidad de Batalla, Patrulla Bolívar 200» deja muy claro, de esta forma, que el caudillo bolivariano no las tiene todas consigo de cara a las elecciones legislativas que se celebran el próximo domingo. Y eso a pesar de la reforma electoral que le deja el control de la Asamblea, dicho vulgarmente, «a huevo».

Debe de ser, sin embargo, que el caudillo no quiere dejar cabos sueltos en estas elecciones, que se ha tomado como un ensayo general de cara a las presidenciales de 2012. Por ello ha lanzado a sus huestes a la batalla, como si todavía mandase a su antigua unidad de paracaidistas. La orden, recogida en el «manual electoral» que ha editado el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), es tajante: «Asegurar el triunfo electoral socialista el día 26-S en el centro de votación que le corresponda a cada Unidad de Batalla Bolívar 200». Estas «unidades» controlan a su vez a varias «patrullas Bolívar 200», integradas por 50 «patrulleros y patrulleras», cuya misión será «contactar a todos y cada uno de los electores y electoras de la mesa de votación, a fin de facilitar y garantizar las tareas de identificación, localización, contacto cara a cara, convencimiento y movilización de los electores y electoras».

Para el jefe de política del diario venezolano «Tal Cual», Xabier Coscojuela, está claro que el chavismo no tendrá escrúpulos en «utilizar todos los recursos que le brinda el Estado para buscar a la gente casa por casa», aunque no cree que estas células electorales vayan a emplear amenazas o violencia para llevar a los votantes a las urnas. «Si acaso, digamos que será una coacción amable», comenta en conversación telefónica con LA RAZÓN.

Diez por uno

El caso es que cada uno de esos «patrulleros» tendrá que convencer a diez votantes cada uno. Y el oficialismo debe de haber movilizado, al menos, a cientos de miles de sus 7 millones de militantes oficiales, que están dispuestos a todo por hacer realidad el punto 1.3 del manual «revolucionario»: «El triunfo del pueblo en las elecciones del 26-S es clave para que la Revolución Socialista Bolivariana, liderada por el comandante Hugo Chávez, continúe avanzando y se profundice».

Si los patrulleros no cumplen la misión encomendada, el mismo «cuaderno» advierte de las graves consecuencias que acarrearía: «Una Asamblea Nacional en manos de la oposición fascista –que ahora tratará de endulzar discursos y vestir piel de oveja para confundir al pueblo– pondría en grave riesgo la continuidad del Proyecto Bolivariano e, incluso, la continuidad del comandante Hugo Chávez al frente de la Presidencia de la República».
No se olvidan los redactores del «cuaderno» de subrayar la importancia de «prestar especial atención» a los que se identifiquen como «ni-ni» (ni con Chávez ni con la oposición) «e incluso a los escuálidos, siempre que no sean oligarcas».

Y es que, a pesar de todo, el antiguo coronel paracaidista quiere evitar sorpresas –«emboscadas», diría él– porque, como recuerda Coscojuela, «el suelo electoral de la oposición es importante» y lucha por evitar que el PSUV se haga con el control de los dos tercios de la Asamblea.