Estados Unidos

Super Mario también es arte

La silueta de Súper Mario se ha convertido en el icono del ocio interactivo y su influencia ha calado en el mundo del arte, que ahora reinterpreta en una exposición el otro yo de este fontanero bajito, un héroe que se enfrenta una y otra vez a los mismos peligros como si de un Sísifo contemporáneo se tratase.

Coincidiendo con el 25 aniversario del nacimiento de este personaje, la Central de Diseño situada en el centro cultural Matadero de Madrid pone en marcha esta noche "Once upon a time... Super Mario", una exposición de dibujos y pinturas que analizan "qué hay detrás de los bastidores"del fontanero interactivo.

De él sólo conocemos su inconmensurable capacidad de lucha contra la adversidad, su amor por la princesa y su profundo sentido de la justicia, que le han llevado a protagonizar más de cien videojuegos de los que se han vendido alrededor de 285 millones de ejemplares en todo el mundo.

¿Pero quién es realmente Mario, ese fontanero italiano bajito y con bigote que emigra a Estados Unidos y se convierte en el valiente protagonistas de mil hazañas? "Mario es el paradigma del hombre mediocre, el que normalmente sería el primero en morir en cualquier película, el personaje que no tiene trascendencia en ningún lado y de repente se convierte en héroe", ha explicado a Efe el comisario de la exposición que reúne 36 dibujos y pinturas sobre el fontanero, Miguel Espada.

Indagar en la vida personal de este peculiar personaje, que no se cansa de afrontar una y otra vez los mismos peligros, es el objetivo de los artistas que participan en la muestra. "En realidad el mundo contemporáneo es así, parece que estamos metidos en una rueda en la que tenemos que hacer lo mismo una y otra vez: Mario es el Sísifo contemporáneo. Y es un personaje completamente reconocible porque al final el 99 por ciento de la población somos ese hombre mediocre", ha apuntado Espada, de Espadaysantacruz Studio.

Ahondar en el morbo de una vida desconocida tampoco es una novedad, pero la complejidad del asunto entra en una nueva dimensión si se tiene en cuenta que Súper Mario es una entelequia digital. No podemos cruzarnos con él por la calle, pero eso no ha impedido que artistas de diversos países plasmen a Mario desde diferentes perspectivas.

Así, podemos verlo como un mafioso recién fichado por la Policía, como una bailarina enamorada que porta un pastel, como un ser cansado que recurre a las setas alucinógenas, como un héroe cruzando el infierno o como un ser incombustible que, incluso estando postrado en una silla de ruedas y teniendo que recurrir a una botella de oxígeno, se mantiene en la lucha.

No sólo el pesimismo, la falta de decoro y las imágenes lúgubres pueblan la exposición, también encontramos a un Súper Mario bucólico que disfruta en una campiña, a un hombre real retratado en blanco y negro, a un héroe todopoderoso o a un feliz fontanero satisfecho con su vida.

Las propuestas se ajustan a distintos estilos: realismo, impresionismo, arte inspirado en dibujos animados y cómics, e incluso algunas intentan emular a artistas como Andy Warhol o Fernando Botero. Los 36 trabajos cuelgan del techo de un espacio diáfano, su parte trasera son espejos que consiguen un efecto de interactividad y movimiento cuando los cuadros giran sobre sí mismos.

La exposición, que abrirá sus puertas hasta el 3 de octubre, también cuenta con un gran grafiti y con una instalación interactiva que desplaza a Mario a la silueta de una ciudad construida con cinta adhesiva. Su objetivo, que el fontanero interactúe con el mundo real.

Otra parte de la exposición está dedicada a Shigeru Miyamoto, el japonés visionario que ideó a este inmortal fontanero y también la consola Wii y la mítica saga de "The legend of Zelda". Miyamoto, un licenciado en arquitectura sin nociones de programación, entró en Nintendo gracias a un enchufe y ha terminado convirtiéndose en el mejor diseñador de la industria del entretenimiento electrónico de todos los tiempos.