Dicen : Si la gente conociera que el salario mínimo de un trabajador está años luz al compararlo con el de un diputado, que los políticos se suben sus privilegiadas retribuciones dentro de la legalidad establecida por ellos mismos, que la mayoría de los ciudadanos debe trabajar 35 años para recibir una pensión mientras que los diputados sólo tres años o seis y los que nos gobiernan con haber jurado el cargo es suficiente para obtener la pensión máxima... ¿Cómo reaccionaría?

Todos tributamos rigurosamente excepto nuestros di- putados que sólo tributan un tercio de sus honorarios. Los asesores de la administración, elegidos con honesta imparcialidad, ganan más dinero que los más cualificados con experiencia y profesionalidad, lo mismo que el dinero para mantener a los partidos otorgado por ellos mismos,que al político no se le exige ninguna garantía intelectual o ética para ejercer su oficio como político.

¿Está fuera de lo común que cuando cesan altos cargos oficiales puedan recibir dos sueldos procedentes de las arcas del Estado? ¿No es inaudito que los políticos utilicen los derechos y problemas de la sociedad en sus campañas electorales y disfruten de tantos beneficios? ¿Informan de los millones al año que corresponde a cada ciudadano español? Pero es otra historia.
 No confundamos la admiración con la sorpresa.A los poderosos les conviene fomentar la ignorancia.Decía Séneca que los que saben mucho se admiran de pocas cosas,y los que no saben nada se admiran de todo. ¡Sorprendente! ¿A partir de ahora...?