Elecciones andaluzas

Guerra suicida por José Antonio Vera

La Razón
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No puedo estar más de acuerdo con Patxi López cuando dice que los ciudadanos no perdonan las divisiones internas en los partidos, y que lo que está ocurriendo en el seno del PSOE andaluz no es precisamente lo que los votantes socialistas esperan. Niegan unos y otros que se trate de un «ajuste de cuentas», pero la realidad es que no parece otra cosa más que eso mismo, es decir, una guerra suicida de zancadillas entre los partidarios de Rubalcaba y los de Griñán. Lo que nos da una idea bastante clara sobre un par de cuestiones: por una parte, el Congreso de Sevilla se cerró con un acuerdo falso, de mera conveniencia, al colocar en la presidencia de la organización al jefe del Gobierno de la Junta, perdedor junto a Chacón. Por otra parte, parece bastante evidente que no se van a hacer muchos esfuerzos de integración interna. Rubalcaba ganó y considera que eso le da derecho a controlar por entero la organización. Puede que tenga razón, si bien tal actitud tiene un peligro: las heridas no se cierran y las espadas siguen en alto entre las facciones. No me cabe duda de que el nuevo secretario general saldrá vencedor del lance, aunque ello suponga incluso exponerse a perder la Junta de Andalucía. No es un apoyo a la candidatura de Griñán este espectáculo interno del PSOE sevillano. Dice López con razón que los ciudadanos suelen penalizar tales comportamientos. Es verdad. La lucha de griñanistas contra rubalcabistas es el peor ejemplo que se puede dar, y sin duda que el candidato socialista y actual presidente de la Junta no sale reforzado sino al contrario.
Rubalcaba está enviando el mensaje claro de que en el partido manda él, y que no le importa demasiado si para conseguirlo tiene que sacrificar a Griñán y a Andalucía.