El consejero delegado de BP dejará su cargo en octubre tras la presión de EE UU

Su salida era cuestión de tiempo, pero no fue hasta ayer cuando BP confirmó que su consejero delegado, Tony Hayward, dejará su cargo al frente de la petrolera. Bautizado como «el enemigo número uno de EE UU», su puesto siempre pendió de un hilo desde el desastre natural en el Golfo de México. Desde el primer momento, Barack Obama pidió su cabeza, pero la compañía se tomó semanas para analizar su futuro. Es más, tampoco puede decirse que le hayan retirado por completo de sus filas porque a partir de otoño formará parte del consejo de la petrolera rusa TNK-BP, de la que la británica posee el 50% de las acciones.Su puesto será ocupado por Bob Dudley, un movimiento que no ha pillado por sorpresa, ya que durante el último mes ha sido él quien se ha encargado de toda la operación de limpieza del vertido. Además, el hecho de que sea americano podría ayudar a enmendar las relaciones con EE UU, ya que en las últimas semanas han sido más que tensas debido a las sospechas que existían en Washington sobre el supuesto papel que la petrolera tuvo en la liberación del condenado por el atentado de Lockerbie.La salida de Hayward coincide con los resultados financieros de la compañía correspondientes al segundo trimestre del año. Hoy se harán públicos y se esperan pérdidas de 25,000 millones de euros.