El apretón

El presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, como el César en las Galias, llegó, convenció y ganó (vini, vidi, vinci), y lo hizo con Zapatero ayer en Lorca, con algunas de sus calles aún con escombros por retirar y los Príncipes de Asturias tomando tierra en el recinto ferial de Santa Quiteria, donde asistieron al funeral por las víctimas del terremoto. Un Decreto Ley se lo lleva el viento y, si es de Zapatero, con solo soplar es suficiente. Por eso, el presidente murciano quiso amarrar el barco a tierra, al compromiso ante los medios de comunicación para que dicha medida gubernamental no quede en polvo de paja. Zapatero asintió y, añadió para su desgracia final política un «sí rotundo», es decir, «el próximo martes se firmará» ese acuerdo que implica la recuperación de Lorca a corto, a medio y a largo plazo, y que puede permitir a Lorca salir a la luz de este túnel en el que se encuentra. 

Valcárcel logró que ese Decreto Ley se cumpla, excepto que sea una colada más de Zapatero, que logra engañarnos hasta el último momento, como acaba de suceder con la emisión de deuda permitida por este mismo Gobierno que a día de hoy , se queda en 150 millones de los 700 esperados. Si ese va a ser el trato a Lorca, ante la grave situación que atraviesa, los lorquinos se quedarán fuera de juego, excepto que se produzca el cambio de Gobierno que espera España para que otros dirijan las ayudas donde realmente se necesitan. No puede ser, como dicen los lorquinos, que las ayudas no se cuestionen cuando se trata de Haití o la Polinesia, Japón o Guaraní. Es el momento de la verdad y es justamente donde Valcárcel ha apretado al Gobierno de turno para que su compromiso con la Ciudad del Sol sea real y no una declaración de buenas intenciones, vía Decreto Ley, que no sirva para nada y deje a los lorquinos a la intemperie.