
Sevilla
Los locos de hoy

Decía una canción que cantaba Raphael y que compuso otro andaluz genial, Manuel Alejandro, que ya no hay locos como los de antes, que los locos de ahora son los que ponen bombas, los que hacen daño, los que matan, porque los locos de ahora andan sueltos. Por eso ocurren tantas cosas terribles en el mundo. El domingo un loco, posiblemente de los de antes, pellizcó cruelmente las fibras más sensibles de muchísimos sevillanos y alarmó al resto de Sevilla. Seguramente es un auténtico perturbado, no será de los de las bombas, pero se hace daño de muchas maneras. Los locos primeros, los de las bombas, deben de estar siempre en las cárceles, los segundos, entre los que se encuentra el que se lanzó contra el Señor de Sevilla, como lo pudo hacer contra alguno de sus hijos, tienen que estar en Miraflores. Lo que sucede es que Miraflores ya no existe, ninguno de los Miraflores de España. Para estos perturbados ahora existen los sociólogos, los psiquiatras, las terapias de grupo... Porque el buenismo oficial imperante no cree necesario tener a nadie retenido en instituciones, hay que integrarlos, hay que darles oportunidades, si alguno causa algún problema, no se le puede dar tanta importancia, la mejor terapia es que los locos anden sueltos. Si un día estás oyendo misa en una basílica, donde desde hace cientos de años se venera al Gran Poder, del que eres devoto y al que tu visita semanal te deja paz y fuerza para enfrentarte con la vida, y de pronto un perturbado se lanza sobre esa imagen sagrada para ti y procura destruirla, no hay que darle tanta importancia, no pasa nada, porque los locos ahora andan sueltos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar