Comunidad de Madrid

Sorpresa imposible del Valencia

La Copa del Rey no tiene hueco para el romanticismo, o al menos, no en la edición que comenzó ayer en el Palacio de los Deportes. El Blancos de Rueda se coló en la fase final casi por arte de magia, con pocos medios económicos y baloncestísticos, acosado por la crisis, pero exitoso gracias al buen papel de su técnico y a un juego en el que, a falta de estrellas, el valor está en el conjunto

Era la Cenicienta en busca de una sorpresa, pero se fue a la primera y con un fuerte sabor amargo en la boca. Muy pocos apostaban por la sorpresa, que resultó imposible por la superioridad del Power Electronics Valencia. Los de Pesic se olvidaron de que se enfrentaban al «bueno» de la película y desplegaron una actuación tan seria como completa que desarmó absolutamente a los de Porfirio Fisac. Decía el preparador del Valladolid que lo importante sería salir vivo del primer cuarto. Esto sí lo consiguieron los pucelanos (16-19), aunque después el cielo se les fue oscureciendo hasta que se desató la tormenta definitivamente.

El cuento de hadas se convirtió en una severa derrota en un partido al que le sobró el último cuarto, porque para los últimos diez minutos ni el más optimista de los seguidores vallisoletanos pensaba en otra cosa que no fuera asegurarse un lugar en el próximo AVE. El triunfo del Valencia fue un trabajo de desgaste incansable, ante el que su rival se derritió por culpa de su inferioridad. Cuando el asunto parecía romperse definitivamente (33-49, min 24), una técnica a Savanovic fue la última opción del Blancos de Rueda para cambiar la dinámica y participar de la fiesta, pero no hubo manera. El rodillo naranja convirtió el supuesto imprevisto en contra en el lanzamiento definitivo hacia las semifinales (44-62, min 30).

Svetislac Pesic apretó al máximo las tuercas de su defensa, imposible para el Valladolid más allá de la segunda mitad del segundo cuarto. Los naranjas cerraron su aro, mientras sus pívots masacraban el contrario. Javtokas, un «leñador» del baloncesto con más músculo que talento, aprovechó su superioridad física para darse un festín de puntos que puso al rival al borde del KO.

El otro nombre propio que brilló con fuerza en la apertura de la competición fue uno al que se espera especialmente este fin de semana: Claver. El ala-pívot internacional respondió a la atención que levanta con una actuación impecable y especialmente versátil. Fue importante en casi todas las vertientes del juego. Anotó con fluidez tanto en la pintura como más allá de la línea de tres puntos, asistió a sus compañeros cuando fue necesario y en los momentos de menor protagonismo atacante se remangó para hacaer daño en el rebote defensivo.

El Valladolid no tiene en su plantilla un jugador ni parecido a Claver, y por eso se fue de la Copa a la primera. Los pucelanos estuvieron siempre física y técnicamente por debajo de su enemigo, que no necesitó de una aparición estelar de todos sus recursos para tener una tarde plácida. Omar Cook se gustó en la dirección, obligando a los bases rivales a dejarse las energías en su defensa. Rafa Martínez, otra de las estrellas valencianistas, se permitió el lujo de pasar inadvertido. Puede que para ser importante mañana en la primera de las semifinales.

El Blancos de Rueda tendrá que verlo por la televisión o desde la grada, aunque los 23 puntos de ventaja no acabaron con el ánimo de sus seguidores, que se despidieron al grito de «campeones, campeones!». Teniendo en cuenta su tercer puesto en la Liga ACB y la forma en la que el equipo está aprovechando su escaso potencial, quizá tengan razón. Ya son campeones.

Ficha técnica:
60. Blancos de Rueda (16+14+14+16): Dumas (2), Van Lacke (11), Baez (5), Slaughter (4) y Robinson (7) -quinteto inicial- Barnes (6), Diego García (15), Stanic (5), Isaac López (3), Nacho Martín (2), A. Reyes (0) y Eduardo Ruiz (0).

83. Power Electronics (19+25+18+21): Cook (2), Rafa Martínez (8), Claver (19), Savanovic (5) y Javtokas (14) -quinteto inicial- Navarro (3), Augustine (0), Lischuk (7), Pietrus (5), De Colo (17), Fernández (3) y Simeón (0),

Árbitros: Hierrezuelo, Conde y Cortés.

Incidencias: Cuartos de final de la Copa del Rey. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Cerca del lleno, 9.550 espectadores.