Estepona

Isabel la otra pasión de José Tomás

Lejos del interés mediático que buscan otras parejas de toreros, ella huye de la popularidad. Dependienta de una tienda de fotografía, lo suyo con José Tomás fue un flechazo que pervive «en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad»

José e Isabel, en la entrega de la Medalla de las Bellas Artes
José e Isabel, en la entrega de la Medalla de las Bellas Arteslarazon

Le retiran la sedación y poco a poco recupera la consciencia. También el habla. En ese instante, y después de dar esquinazo una vez más a la muerte, en su mente y en su corazón, una persona. «¿Dónde estoy? ¿Cómo está mi novia?». Las primeras palabras de José Tomás tras la cogida en Aguascalientes son para ella. Y es que, a pesar de no estar casados, Isabel parece llevar tatuada la promesa nupcial de estar a su lado «hasta que la muerte les separe». Cuando «Navegante», su segundo toro de Pepe Garfi, le embistió el pasado sábado en México, ella le acompañaba, como siempre, en la distancia, lejos de la plaza. Isabel, Victoria e Isabel, madre, abuela y novia, respectivamente, esperaban inquietas noticias sobre la cornada de 15 centímetros que desangró al torero. Sin embargo, la llamada que recibieron en La Huerta, el chalé que los Román Martín tienen en su pueblo natal, Galapagar (Madrid), fue desalentadora. A José le había cogido el toro y estaba muy grave. Tras conocer la noticia, las «Isabeles» abandonaron de inmediato el pueblo serrano y partieron rumbo al país azteca. Ayer se conocieron las primeras declaraciones de la madre del torero: «Lo veo muy bien, aunque todavía es pronto para caminar», comentaba a las puertas del hospital mexicano donde se recupera de la terrible cornada que sufrió el pasado domingo. No obstante, las palabras de la otra Isabel son las más buscadas y las que seguramente nunca se producirán. Pocos conocen el timbre de su voz. ¿Quién es realmente la mujer que ha enamorado al héroe? Ella es como el diestro, muy celosa de su vida privada. La intimidad y el anonimato son la base de su relación.«Fue un flechazo», comenta una de las compañeras de trabajo con la que Isabel compartía cafés y ratos de descanso en el Carrefour de Estepona, que se encuentra a poco más de un kilómetro del tentadero que el maestro posee en la localidad malagueña. Isabel trabajó tres años en la tienda de fotografía Foto Lab, del citado supermercado.«Se conocieron gracias a un amigo, Javier, que trabajaba en la cafetería del centro comercial y que a su vez es íntimo de José Tomás. Fue algo muy natural. Se gustaron desde el primer momento y poco después comenzaron a salir juntos», añade. Cuando se conocieron –antes de que él anunciara su retirada en 2020–, estaba casada con el hijo de Manuel Hernáez, fundador de la Hermandad del Amor de Estepona. Al parecer, unos meses después del primer encuentro con Tomás, Isabel rompía con su esposo y se mudaba a la casa del torero en la urbanización Lunymar. Sus compañeros hablan maravillas de la malagueña y, sobre todo resaltan su amabilidad y transparencia: «Es muy abierta, pero si te tiene que decir algo, te lo suelta. No se lo calla, es muy clara», explica otra trabajadora del centro. «Era una compañera fantástica y muy trabajadora», explica la joven que la sustituye en su puesto. ¿Más detalles? «Llevan una relación muy normal, pasan desapercibidos y no quieren saber nada de los medios», explica a LA RAZÓN la dueña de la tienda de decoración. Sus amigas más cercanas, Dori, la encargada de la joyería, y Sara, la dueña de la peluquería contigua a la tienda de fotos, también se cierran en banda. «Sí, Isabel sigue viniendo aquí a peinarse.Es muy buena persona, pero no tengo nada más que decir», explica la propietaria del salón de belleza. Y es que a Isabel la vida no le ha cambiado desde que es la novia del diestro más admirado en el albero. Sigue comprando en las mismas tiendas y acude de vez en cuando a saludar a sus antiguas compañeras: «Tanto ella como José Tomás hacen una vida muy normal. Si necesitan algo, bajan de su casa en Villa María Ángeles (a un par de kilómetros del centro comercial)», explica uno de los trabajadores. «El otro día vi en las fotografías que Isabel llevaba ropa de las tiendas de Estepona, donde se la ha comprado cada día. Para ella el dinero no es importante», aclara su ex compañera.

Paseos por la playaÉl tiene 35 años y ella un par menos; sin embargo, y a pesar de su juventud, no se prodigan por los bares nocturnos de la zona. Sólo se les puede encontrar, y muy de vez en cuando, paseando por la playa del Cristo y el puerto deportivo: «La última vez que pasaron por aquí fue en diciembre. Y hasta que no me lo dijeron no me di ni cuenta de quiénes eran», comenta Paco, camarero del bar Reinaldo. «No se les ve, salen poco, y como además ella es del pueblo, no se le da mayor importancia a que esté por aquí. Eso sí, algunos seguidores se les acercan y les invitan a copas», añade. Su compañera en la barra comparte su opinión: «Él es muy delgado y muy alto. Ella, también. Son una pareja más». Ismael, uno de los trabajadores del bar Ático, se encuentra entre los «grandes seguidores y amigo del diestro. Me he ido hasta a Barcelona a verle torear», añade Paco.José e Isabel viven juntos y, por el momento, no tienen intención de contraer matrimonio. La pareja pasa la mayor parte del año en Estepona, pero el diestro no reniega de sus raíces madrileñas y de vez en cuando vuelve a Galapagar, donde creció. «De pequeño era igual de tímido, ser uno de los toreros más importantes de España no le ha hecho cambiar», comenta Clara, una vecina de la localidad. «Él nunca ha sido nada ligón; sus hermanos, en cambio, sí», añade. «Recuerdo que antes de salir con Isabel, estuvo con una chica de Galapagar, porque me los encontré, de casualidad, paseando por Tenerife», explica Merce, otra joven de la quinta de José Tomás. Sus hermanos, Marcelo, Antonio y Andrés, siguen visitando El Cheval y London, dos de los bares de copas del pueblo, pero ni a José Tomás ni a Isabel se les ve por allí. En la plaza de José Tomás, justo en frente de La Huerta, está la panadería El haz de espigas, donde respetan la privacidad del diestro: «Son muy amables y vienen a comprar pan y dulces a menudo tanto él como ella, pero nada más», explica su propietaria. En La Posada, donde se reúnen los mayores del municipio y que se encuentra detrás de la casa del diestro, sólo algunas señoras hablan del maestro: «Su abuela Victoria viene a jugar a menudo con nosotras. Está muy orgullosa de él, pero desde la cogida no ha vuelto a aparecer», declara Paca, y añade: «Sobre su novia tampoco habla mucho, sólo dice que es una chica muy agradable y que a quien le tiene que gustar es a su nieto, no a ella», añade otra de las compañeras de juego. Y es que Isabel siempre está ahí: «A finales del año pasado murió su abuelo Celestino, e Isabel vino para acompañarle en el funeral», asegura Eugenio, uno de los camareros del bar Imperial, donde José Tomás solía cenar junto a sus compañeros del equipo de fútbol antes de cambiar el balón por el capote.Lo que está claro es que Isabel es su apoyo y su aliento, y que la pregunta de José tras despertar en Aguascalientes no es una mera anécdota. Cuando sufrió otra gran cogida el 15 de junio de 2008, poco después de regresar de su retiro en Estepona, sus primeros pensamientos también fueron para ella. «Llamad a Isabel y decidle que estoy bien». Así pues, Isabel y José Tomás, permanecen juntos en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en la prosperidad y en la adversidad...

Una relación alejada de los «flashes» - Isabel no acompaña a José Tomás en la plaza. Tampoco el pasado domingo. En Aguascalientes, México, se encontraban el padre y el hermano del torero, que no dudaron en socorrerle en el momento en que tuvo lugar la cogida. Las mujeres de la familia seguían los acontecimientos en Galapagar. - Desde que llegaron a Aguascalientes, suegra y nuera no se han separado del torero. Aunque la atención de los medios ha sido permanente, Isabel ha evitado hacer declaraciones.- No es casualidad que José Tomás e Isabel se conocieran en Estepona. Allí el diestro encuentra su principal refugio y fue su lugar para reflexionar cuando decidió retirarse. Además, el hermano de José cuenta con un centro de fisioterapia. - Isabel tampoco es amiga de acudir a eventos sociales. Incluso se resiste a ejercer de pareja cuando su novio recoge algún galardón. Tan sólo se tiene testimonio gráfico en público de su relación cuando el 14 de octubre de 2008 el diestro recogió la Medalla de Oro a las Bellas Artes en La Coruña de manos de Don Juan Carlos. Precisamente fue la condecoración que el torero devolvió al Ministerio de Cultura cuando el Gobierno reconoció el pasado año la trayectoria de Francisco Rivera Ordóñez.