A las dos de la tarde, hora local, Fariñas –de 48 años y conocido como «Coco» por sus amigos– bebió un vaso de agua en su habitación del Hospital Santa Clara, hasta donde habían llegado representantes de la sociedad civil opositora de Cuba para pedirle que levante su medida de protesta en vista de que el régimen había adoptado un compromiso a nivel internacional y, sobre todo, ante la grave situación de su salud. Los exteriores del centro médico se convirtieron en una celebración cuando el psicólogo de profesión y periodista de oficio aceptó el pedido del grupo de disidentes y amigos que llegó hasta el Hospital Santa Clara, entre ellos integrantes del movimiento de las Damas de Blanco y la bloggera Yoani Sánchez. A través de la portavoz de Fariñas, Licet Zamora, LA RAZÓN conoció de inmediato el primer comunicado que el disidente emitió al mundo tras deponer su huelga de hambre. En prime lugar, destacó que todos los avances que se hayan logrado en materia de derechos humanos parten del sacrificio de Zapata, quien dio su vida por defender las libertades de todo el pueblo cubano. «Él fue el eslabón para el cambio», dijo.Fariñas también destacó la labor cumplida por las Damas deBlanco, quienes incluso sufrieron agresiones por parte del Gobierno al reclamar la liberación de sus esposos, hermanos o amigos. En otro momento, agradeció a «todas las personas de buena voluntad» que desde distintas partes del mundo respaldaron la lucha de la disidencia cubana por el respeto de los derechos humanos en la isla. Fariñas adviritó, no obstante, que si bien ha depuesto su huelga de hambre y sed ante los compromisos asumidos por el Gobierno de los Castro, retomará le medida si éste no cumple con excarcelar a los presos de conciencia. Finalmente, el disidente prometió a sus compañeros y amigos opositores que hará todo lo posible para «curarse». Según fuentes de este diario, el obispo de Santa Clara, Augusto Gonzales, visitó al opositor la noche del miércoles en el Hospital Santa Clara para informarle sobre los acuerdos obtenidos tras los diálogos entre la Iglesia y el régimen.El religioso le habría pedido que deponga la huelga de hambre y le habría asegurado que el compromiso de los Castro era «serio», pues había sido asumido a nivel internacional. Precisamente, el Arzobispado de la Habana confirmó ayer la próxima liberación y viaje a España de cinco de los 52 presos políticos de la Primavera del 2003 que aún se encuentran privados de su libertad. Fuentes diplomáticas confirmaron a LA RAZÓN que ellos llegarán a España entre el martes y el miércoles junto a sus familias. El propio ministro de Exteriores dijo antes de volar a Madrid desde La Habana que España dará la bienvenida a todos los que quieran aceptar el destierro y aseguró que los familiares podrán volver a Cuba cuando lo deseen, algo que será mucho más complicado para los propios disidentes. Ellos son: Antonio Villarreal Acosta, Lester González, Luis Milán, José Luis García, y Pablo Pacheco Ávila.