Barcelona- Dos años después de lograr una histórica victoria ante Los Ángeles Lakers, el Barcelona Regal se enfrenta esta noche a los Dallas Mavericks, otro equipo de la NBA, en una situación muy diferente. El conjunto de Xavi Pascual aún no conoce la victoria en partido oficial esta temporada y está atravesando un bache de juego, especialmente en el tiro exterior, que pone en la picota toda la planificación de la secretaría y el cuerpo técnico. Dar una buena imagen ante el equipo de Dirk Nowitzki puede suponer un cambio de rumbo y un golpe de moral fundamental para los azulgrana.

El jugador alemán ha acaparado todas las miradas desde su llegada a Barcelona, donde pudo disfrutar del clásico en directo el domingo. «Vivir un partido ante 95.000 espectadores fue una experiencia increíble. ¡Cómo se mueven Cristiano y Messi! Son los mejores del mundo», convino ayer. Nowitzki es fan declarado del Barcelona y ha lucido orgulloso una camiseta azulgrana con su nombre y número. Y es que antes de convertirse en una estrella, hizo una prueba en el Palau para fichar por el Barça y se enamoró de la ciudad. «Me gusta esta ciudad y es bueno estar de vuelta», explicó. Para los de Xavi Pascual, que debutan en la Euroliga el próximo viernes ante el Brose, el choque debe servir para seguir acoplando a los nuevos fichajes.