Andalucía

Andalucía: refugio contra el estrés

Aguas termales, talasoterapia, baños terapéuticos, lodos, fangos, barros, masajes, chorros a presión… El turismo de salud está de moda. Más de un centenar de hoteles y doce balnearios hacen de Andalucía el destino ideal para darse un respiro 

Andalucía: refugio contra el estrés
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El otoño ya está aquí. Y con él la irremediable «vuelta al cole» tanto para grandes como para pequeños; el inevitable regreso a la rutina y a la vorágine del día a día. Lejos quedan las merecidas vacaciones, apenas un recuerdo y una simple imagen en la cámara de fotos. Pero no hay por qué esperar hasta el próximo verano para hacer una escapada y sentir de nuevo el placer de descansar, de percibir el relax en nuestras carnes.


El turismo de salud está de moda y las posibilidades son casi infinitas en destinos como Andalucía, referente nacional gracias a sus doce balnearios en funcionamiento y a más de un centenar de hoteles de gran calidad que ofrecen los servicios más completos de spa y modernos tratamientos de salud y belleza. El sur de la Península Ibérica reúne todos los ingredientes necesarios para ser el lugar idóneo en el que desconectar: la larga experiencia de la mayoría de establecimientos se une a unas excelentes instalaciones y a un clima suave. Cualquier fin de semana o uno de los «puentes» que se avecinan en el calendario pueden ser el momento perfecto para hacer un parón en la rutina y tomarse un respiro.


Dejarse mimar por manos expertas es bien fácil en Andalucía. Aguas termales, talasoterapia, baños terapéuticos, lodos, fangos, barros, masajes, chorros a presión… Las posibilidades son muchas, y todas ellas buenas para el cuerpo y para la mente. Los hoteles, sobre todo en el litoral malagueño de la Costa del Sol y de la Costa de la Luz gaditana, han sabido adaptarse a las necesidades del viajero del siglo XXI y tienen una oferta muy amplia en este sentido al unir salud con tratamientos de belleza, ofreciendo al huésped, además, la posibilidad de descansar sin renunciar al ocio y al deporte. Y para muestras, varios botones.
Marbella se lleva la palma en esto de los alojamientos de lujo y salud. El hotel Villa Padierna es buen ejemplo de ello, gracias a su Thermae Spa, concebido para garantizar el descanso del viajero. Las ocho salas de vapor y aroma marcan la diferencia de su circuito termal de aromaterapia, además de su larga lista de exclusivos tratamientos (como el equilibrio de los chakras con piedras calientes). Pero hay más, ya que el establecimiento cuenta con el primer spa para niños en la Costa del Sol. Y es que ellos también se merecen un respiro. Enfocado para pequeños de entre cuatro y doce años, el nuevo «Sweetie Spa» propone tratamientos como el Masaje Kid's, que promueve la relajación muscular e incluye tres opciones: Superhéroes (espalda, brazos y hombros), Princesas (masaje facial y de cabeza con un toque de maquillaje) y Amantes del fútbol (reflexología podal).

Al aire libre
Sin dejar Marbella, el Hotel Don Carlos también es un referente en el descanso de lujo. Su spa cuenta con un circuito de aguas de más de 2.000 metros cuadrados, aunque lo más curioso son sus dos cabañas, una en el jardín y otra delante del mar, pensadas para que el viajero reciba un inolvidable tratamiento al aire libre.
No muy lejos, el Gran Hotel Elba Estepona, en la provincia de Málaga, se diferencia por el uso del agua salada. Su Thalasso Spa, basado en la talasoterapia, una fórmula de tradición milenaria eficaz para el tratamiento de estrés y desintoxicante, es perfecto para reponer fuerzas a base de agua marina, ya sea fría o caliente. Otras sustancias extraídas del mar, todas ellas naturales, como el barro o las algas, son los elementos clave de alguno de los tratamientos a los que puede someterse el viajero.

Técnicas milenarias
La costa de Cádiz y Huelva tampoco se queda atrás en la oferta de hoteles perfectos para recuperar fuerzas. En Chiclana de la Frontera, Cádiz, el spa del exclusivo Barceló Sancti Petri cuenta con todas las instalaciones necesarias para garantiziar el descanso del viajero. Piscinas de relax con camas de hidromasaje, cuellos de cisne, cascadas, chorros de masaje, jacuzzi, piscina contracorriente, piscina de contrastes... En Islantilla, Huelva, el Iberostar Suites Hotel propone al viajero un concepto de descanso único: el Thai Zen Space, un concepto de relajación mediante técnicas milenarias de salud procedentes de Tailandia, Indonesia e India.
Pero no todo es descanso, y hay otros alojamientos que, además de spa y centro de bienestar, también permiten al viajero practicar sus deportes favoritos. Es el caso del Barceló Costa Ballena Golf & Spa, en Rota, Cádiz, ubicado frente a un campo de golf de 27 hoyos y con un completo centro de bienestar. 


Para acompañar tan merecido descanso, las posibilidades de Andalucía son muchas. La gastronomía no defrauda a los glotones: pescaítos fritos, tapas, jamón, vino con Denominación de Orígen... Y la oferta de ocio es de lo más completa, apta para todos los gustos: desde infinitas playas en la costa de Cádiz hasta ciudades Patrimonio de la Humanidad en Córdoba, pasando por reservas de la naturaleza o estaciones de esquí. No hay que buscar excusas, hay que darse un respiro.
 

Balnearios con solera
Griegos, romanos y árabes trajeron a nuestro país la práctica de las curas termales, tradición que aún vive en España a través de los balnearios. Andalucía es un referente nacional en este campo, pues cuenta con doce establecimientos de este tipo que disponen de aguas minero-medicinales declaradas de Utilidad Pública y servicios médicos adecuados para los tratamientos que prescriben. Pero no son sólo alojamientos en los que el huésped puede tratar dolencias o prevenir enfermedades, son también lugares donde pasar unos días de descanso aprovechando el silencio y la paz que se respiran tanto en sus instalaciones como en el entorno, pues habitualmente están situados en plena naturaleza.
En Almería, en la sierra de Gádor, se halla el balneario de San Nicolás, que ya conocieron y utilizaron los árabes. Sin salir de la provincia, en la ladera de la montaña emerge el balneario de Sierra Alhamilla, desde el cual se divisa un horizonte inmenso que se pierde en el mar, al otro lado de la bahía de Almería. En su interior, auténticas albercas romanas conviven con salas árabes, todas ellas bañadas por aguas hipertermales que emanan a 58º C.
La provincia de Cádiz cuenta con el Balneario de Fuenteamarga, en Chiclana, que data de 1803, mientras que Jaén cuenta con dos centros termales. El primero de ellos, el de Marmolejo, se localiza en plena vega del Guadalquivir, mientras que el de San Andrés, en Canena, data de la época romana. Málaga también tiene dos balnearios, ambos históricos y con merecido prestigio. El de Fuente Amargosa, en Tolox, está en las estribaciones de la Sierra de las Nieves. El de Carratraca, en la localidad que lleva su nombre, tras una completa reforma se ha convertido en un referente para el descanso.
Pero es Granada la que presume de ser la provincia con más balnearios activos de toda Andalucía, dos de ellos emblemáticos: el de Alhama de Granada y el de Lanjarón, a los pies de Sierra Nevada. Al norte, en la comarca de Guadix, se halla el Balneario de Alicún de las Torres, entre los ríos Fardes y Gor, y el Balneario de Graena, en un paraje natural muy bello y entre pueblos donde aún perdura la huella mudéjar.