Barcelona

Mas desata la euforia de CiU tras alcanzar la presidencia y promete ser un «servidor honesto»

Después de siete años forjándose en la oposición, Artur Mas fue investido ayer, a las 13 horas y 20 minutos, presidente de la Generalitat. La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, anunció el resultado de la votación –62 a favor (CiU), 45 en contra (PP, ERC, ICV, Solidaritat y Ciutadans) y 28 abstenciones (PSC)– y la euforia se desató en un hemiciclo donde los seguidores de CiU coparon las tribunas de invitados.

La Razón
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Mas, a invitación de De Gispert, dirigió sus primeras palabras como president desde el atril del Parlament y recordó, en primer lugar, a toda la gente de su partido que le ha acompañado durante este tiempo. A continuación, citó a Pujol, presente en la sala junto a los demás ex presidentes catalanes, y le agradeció que le designara su delfín hace ahora casi 10 años. También mentó a Duran Lleida, cuya colaboración en campaña ha sido «impecable». Luego, rindió un breve tributo a Maragall y a Montilla, con quien, confesó, ha mantenido una relación «más cordial de lo que algunos puedan llegar a pensar». Y terminó su lista de breves homenajes ensalzando la ayuda de su familia.

Hechos los agradecimientos, afirmó: «No me siento en ningún momento salvador de este país. Me siento simplemente un servidor. Y espero ser un servidor útil, honesto, eficaz, leal y enamorado de su país y de su gente». Concluyó expresando su deseo de poder dejar «un buen legado» a quien le suceda en la presidencia de la Generalitat.

Tras su breve intervención, Mas recibió la felicitación de los líderes de todas las formaciones y de la totalidad de los diputados de CiU. A la salida del hemiclo, en los pasillos del Parlament, decenas de simpatizantes convergentes le regalaron manos, abrazos y besos. «¡Mas president! ¡Mas president!», gritaron sus fieles tras ver realizado el sueño de la presidencia. El líder de CiU vivió con enorme contención la alegría desatada entre la parroquia nacionalista. Sonrió y se le vio feliz, pero en ningún momento se deshizo en lágrimas. Mas abandonó el Parlament pasando revista a una formación de Mossos d'Esquadra.

Hoy se reunirá con Montilla en la Generalitat para ser informado de los temas más inmediatos y relevantes que afectan a la gobernabilidad y el lunes tomará posesión del cargo. Sus días como presidente al mando están a punto de comenzar.