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Maniobras para reunificar Corea

En dos días sucesivos, Seúl ha mandado dos mensajes aparentemente contradictorios al régimen comunista de Pyongyang. Primero, el presidente Lee Myung-bak resucitó el domingo la idea de la «reunificación» de las dos Coreas durante un discurso con motivo del 65º Aniversario de la independencia. Veinticuatro horas después, puso en marcha unas masivas maniobras militares, en las que participan 56.000 soldados surcoreanos y 30.000 marines estadounidenses.

Maniobras para reunificar Corea
Maniobras para reunificar Corealarazon

Ante esta nueva demostración de poderío, Corea del Norte respondió con su habitual estridencia. Amenazó con «asestar un golpe implacable» e infringir «el más severo de los castigos» a su vecino capitalista. En resumidas cuentas: crece la tensión militar en torno a la frontera más militarizada del mundo y, al mismo tiempo, se habla de un abrazo fraternal para conciliar un pueblo que lleva 60 años dividido por motivos políticos.


La Prensa surcoreana era ayer la primera sorprendida ante la idea de promover la «reunificación», algo que Lee nunca había hecho desde que asumió el cargo en 2008. Muchos objetan que no es el mejor momento, precisamente ahora que los dos países pasan por su peor crisis en años y que las amenazas suben de tono peligrosamente. Y es que Lee agitó el domingo un discurso plagado de giros emotivos y exaltaciones fraternales, se mostró por primera vez dispuesto a asumir sacrificios y trazó un boceto en tres etapas para la integración de los territorios.

 

Aunque sea sólo un bosquejo, su hoja de ruta pasa por mejorar la situación económica del arruinado «hermano» comunista y no descarta crear un «impuesto especial» para pagar la reconciliación. El presidente, finalmente, pidió que la dictadura de Kim Jong Il «acepte la realidad», abandone sus planes atómicos y elija la «coexistencia en lugar de la confrontación».

 

Seúl podría estar intentando aplicar la doctrina del palo y la zanahoria: demostrando que el Ejército surcoreano está listo para pelear si es necesario, pero dejando la puerta abierta a la reconciliación, si el régimen comunista entra en razón.

 

Entretanto, las maniobras se prolongarán diez días. La exhibición forma parte de la serie de maniobras que Corea del Sur ha puesto en marcha en respuesta al hundimiento de una corbeta de la Marina en marzo, un hecho atribuido por una comisión investigadora internacional a un torpedo norcoreano.

La reunificación, más cara que la de Alemania
Aunque está siempre en boca de los políticos, la reunificación es un asunto muy polémico en Corea del Sur. La mayor parte de los ciudadanos dicen ser partidarios de derribar las fronteras y abrazar a sus hermanos, pero al mismo tiempo se niegan a asumir el coste económico de la operación. Según un sondeo reciente, el 80% no quiere dar «por ahora» el paso hacia el estado único y prefieren esperar a que las dos economías converjan.

 

Varias estimaciones cuantifican lo que le supondría al Estado surcoreano la asimilación del hermano pobre comunista. Se habla de un billón de euros, una cifra que obligaría a hacer un esfuerzo cinco veces mayor al de la Alemania Federal tras la caída del muro de Berlín. La economía de Corea del Norte, país que roza la bancarrota, es casi 20 veces más pobre que la de Corea del Sur. Seúl es la capital de una de las naciones industrializadas más dinámicas del mundo y la segunda sociedad más desarrollada de Asia, sólo por detrás de Japón. Mientras que este sur capitalista desarrolla coches, móviles y ordenadores, el norte comunista es incapaz de alimentar a sus ciudadanos.