Diseñadores

Mango a todo gas

Mango, a todo gas
Mango, a todo gaslarazon

Que hay para todos oiga, no se me arremolinen. Para las atrevidas y las cómodas, para las que buscan que las miren y las que buscan el más por menos en su armario. Mango se presentó anoche en casa del señor alcalde de Madrid para desvelar cómo vestirá medio planeta en la próxima primavera verano. A todo gas comenzó el desfile, con unos moteros que avanzaban lo urbano de la colección: mucho vaquero, líneas depuradas, batas para combatir «la caló», estampados, punto mimado... Los colores huelen y saben a limón, menta y sandía. Los tiros apuntan por ahí, aunque Isak Andic y su equipo piensan en todas –y en todos– ampliando el pantone a tonos vivos para el paseo, pero también en neutros en nude y camel con los que deslumbró en los vestidos de los últimos pases. «Está claro que en tiempos de crisis una tira más de "low cost'', pero también es cierto que firmas como Mango se han esforzado mucho en las últimas temporadas para lograr una mayor calidad en los tejidos e innovación en los diseños, cortes y patrones», comentaba Arantxa del Sol bajo la galería de cristal del Palacio de Cibeles de Madrid. No se equivocaba.


Ellos también cuentan
A lo que toca abonarse es a la creciente colección para hombre, bajo las siglas H.E., que ya no suenan a estreno sino a doctorado. Lo deportivo se cuela en la sastrería casi sin notarlo a golpe de algodones de buen tacto y huyendo de las pinzas en los pantalones.
Para unos y otras, de la pasarela a la percha y de ahí a la calle. Así lo hizo Laura Vecino, con un «total look» de Mango recién llegada de su luna de miel, pero sin su duque como escolta. «Está en un viaje de trabajo. No llevamos mal la separación porque estamos acostumbrados», señaló la ya duquesa de Feria, que se pronunció sobre el reportaje «robado» de su viaje. «Como sabíamos que ocurriría, pero no nos preocupó», añadió.
 

Casting de «Celebrities»
 

Cuando las «celebrities» superaban los flashes, las cámaras y demás obstáculos del «photocall» tocaba la recompensa. El propietario de Mango, Isaac Andik, ejercía de anfitrión en la que ayer fue su casa. El más madrugador fue Luis Medina –ni una sola palabra sobre la firma, y menos aún sobre Amanda Hearst–. ¿El reclamo internacional? Olivia Palermo. Y de la tierra, además de Nati Abascal, una Mar Flores con tacones de infarto no aptos para embarazadas. Pero ella lo vale. Y los aguanta.