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La cumbre de los recortes

La cita de Bruselas divide aún más a Europa: los ricos quieren reducir los fondos que los países del sur consideran vitales contra la crisis

La cumbre de los recortes
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BRUSELAS- Que en tiempos de crisis todo el mundo tiene que apretarse el cinturón es algo que aceptan los 27 socios europeos. Sin embargo, la cumbre de líderes que comenzó ayer en Bruselas ha marcado una línea divisoria precisa entre los países ricos, aquellos contribuyentes netos a la Unión Europea, y los que beben de las arcas comunitarias.

Prueba de ello es que el primer ministro sueco, Fredik Reinfeldt, reclamó a su llegada a Bruselas una «alianza de los contribuyentes netos» con el fin de recortar el presupuesto para el periodo 2014-2020, que a su juicio, debería ser además «más moderno» para afrontar mejor los problemas de competitividad de Europa. Esa idea, que busca recortar drásticamente recursos de las partidas tradicionales, tales como agricultura y ayuda a la cohesión, es la otra gran diferencia que determina quién se sitúa en cada trinchera.

La defensa de las partidas dedicadas a la Política Agraria Común cuenta con Francia como su mejor valedor, algo con lo que coincide España. De hecho, Madrid tiene en esta negociación una situación difícil, pues se prevé que en los próximos años su situación pasará de receptor a contribuyente neto, por lo que no le conviene un presupuesto global alto, pero tampoco le interesan rebajas en las ayudas agrícolas y a las regiones, que es donde más gana.

El presidente francés, François Hollande, defendió ayer un presupuesto «controlado pero de crecimiento», que permita la solidaridad y mantenga las ayudas agrícolas y a las regiones. Reclamó además que no haya recortes en la política agrícola común porque «es lo que nos permite también ser capaces de alimentar a la población, tener seguridad alimentaria, calidad, exportar». «No voy a defender sólo a Francia, la agricultura es europea», planteó.

En el juego de fuerzas destaca también Alemania, que aún siendo el principal contribuyente, se encuentra cómoda con la propuesta del presidente del Consejo, Herman van Rompuy, que recorta 80.000 millones respecto a los 1,033 billones de la Comisión. A juicio de la canciller Merkel, es más importante alcanzar un acuerdo «sensato» que hacerlo rápido, por lo que ya ha apuntado la posibilidad de suspender las conversaciones hasta un momento más propicio, entrado el año 2013. Según aseguró a su entrada al Consejo Europeo, hay margen suficiente para permitirse esa eventual demora e incluso sería «teóricamente posible», si no se produce un acuerdo global, que se pase a cerrar ejercicios anuales.

El duro entre los duros en esta ocasión es el «premier» británico, David Cameron, que ha prometido luchar contra cualquier aumento «inaceptable» del presupuesto. Además, busca una congelación de los fondos en términos reales y conservar intacto su «cheque», esa compensación que recibe desde 1986 debida a que en aquella época la agricultura suponía el 80% del presupuesto, pero Londres no recibía esas ayudas. De hecho, el cheque británico se elevó a 3.600 millones en 2011, financiado sobre todo por Francia (965 millones), Italia (717 millones) y España (487 millones), los tres grandes beneficiarios de la PAC.

También tienen «cheques» compensatorios Alemania (2.800 millones), Holanda (1.150 millones) y Suecia (325 millones), que se mantendrían según la propuesta de Van Rompuy, aunque Austria perdería el suyo. Todos ellos defienden sus derechos adquiridos e incluso se les ha unido la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, que reclama una compensación financiera de 134 millones en el próximo periodo 2014-2020 por su elevada aportación al presupuesto de la UE.

Entre los dialogantes están Bélgica y Luxemburgo, que abogan por evitar recortes fuertes. Otros socios se juegan mucho en esta cita. Polonia quiere conservar su posición de mayor receptor neto (49.277 millones entre 2007-2013), e incluso ha planteado superar esa cifra en el próximo ejercicio hasta los 70.000 e incluso 100.000 millones. Grecia es el segundo receptor neto, con 34.056, seguida de España, que recibió 26.817 millones, y Hungría, 18.241. Mientras, quieren rebajar su factura Alemania (68.489 millones), Italia (38.104 millones), Francia (25.519 millones) y Reino Unido (20.748 millones).

 

Mersch releva a Páramo en el BCE
Los jefes de Estado y de Gobierno nombraron ayer, en una polémica decisión, al sustituto del español José Manuel González-Páramo en el directorio del Banco Central Europeo. Será Yves Mersch, un luxemburgués vetado por España y rechazado por la Eurocámara en protesta porque no hay mujeres en el máximo órgano de la entidad. Se rompe también el pacto no escrito de que los cuatro grandes (Alemania, Francia, Italia y España) tengan representante en la dirección.