Irak

La izquierda «missing»

La Razón
La RazónLa Razón

Los españoles nos quejamos del Gobierno en la barra de un bar y nos enfadamos si somos tratados injusta o descortésmente en un negocio. En cambio, casi nunca acudimos a la oficina de consumidores, presentamos una hoja de reclamación o nos coordinamos para mostrar nuestro descontento con las medidas de las distintas administraciones, a no ser que gobierne la derecha. En ese caso, la izquierda, que si está organizada, sale a la calle en contra del Prestige, la ley de Educación, la guerra de Irak , el 11M o cualquier asunto que le sirva como cadena de enganche para liderar las protestas y rentabilizarlas electoralmente. Imaginemos a Rajoy en La Moncloa imponiendo el canon digital, la prohibición de fumar, abortar, salvo en los tres supuestos y de vender preservativos en máquinas expendedoras o la píldora del día después a menores de 18 años…; por no hablar del recorte de prestaciones sociales, pensiones, etcétera. En ese caso, España se hallaría inmersa en revueltas callejeras dirigidas por la izquierda y los sindicatos que habrían organizado una huelga general con piquetes informativos para exigir la dimisión del Gobierno. Todo legítimo, pero incoherente con su actual inmovilismo ante los disparates y ocurrencias del Ejecutivo. Sube el petróleo y la solución es la bombilla de bajo consumo, los hombres sin corbata en verano y los coches por debajo de los 110 kms/hora. Ningún debate sobre las nucleares o la subvención desmedida a las fuentes de energía alternativa. Nos tratan como si fuéramos tontos y seguimos quietos y en casa. Así nos va.