Bruselas

En el Congreso se quedan de momento los leones

La Razón
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No se recuerda, es verdad, un mes de julio con tanta actividad parlamentaria. Y es que, aunque ya el socialista José Bono acabó de algún modo con los dos meses y medio de vacaciones de sus señorías al instaurar un par de plenos extraordinarios en julio, este año se ha batido el récord. La segunda, tercera y cuarta semana del primer mes de verano no sólo ha habido sesiones plenarias, sino que la actividad en comisión tampoco ha parado. El pasado jueves 26, con las comparecencias de Rodrigo Rato y Elena Salgado, se puso punto y final a un intenso periodo de sesiones. Aún así sus señorías no pueden tener queja porque, salvo sorpresas o sobresaltos en materia económica, tendrán ahora seis semanas de descanso, ya que hasta el 11 de septiembre no está previsto reanudar la actividad parlamentaria. Una Diputación Permanente más allá de la mitad de agosto y poco más. Así que en la Cámara Baja quedan de guardia a partir del miércoles los leones que custodian la puerta principal. Nadie más, pese a que tanto el PP como el PSOE ha dado indicaciones a sus parlamentarios para que estén localizados en todo momento, y a ser posible que no salgan del territorio nacional por lo que pueda pasar. Sin ir más lejos en 2011 hubo que convocar dos sesiones extraordinarias en plenas vacaciones. Un pleno el 23 de agosto para convalidar un Decreto-Ley del Gobierno del PSOE y otro el 30 también de agosto para aprobar en lectura única y con carácter de urgencia la reforma constitucional que impuso Bruselas y que acordaron en dos días Zapatero y Rajoy para fijar el techo de déficit de las Administraciones Públicas.