Medidas económicas

EL EXPERTO Las mil y una reformas

La Razón
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El diagnóstico de la situación económica española del tradicional Informe Anual del Banco de España, publicado ayer, es una fuente casi inagotable de elementos de reflexión sobre nuestra economía. Lamentablemente, casi todas esas reflexiones terminan igual: con la constatación de que estamos en una situación muy delicada, que las reformas que el Gobierno se ha visto obligado a adoptar por presiones externas son aún muy parciales y que todavía quedan muchas, de enorme calado, pendientes de afrontar. En particular, el Informe es muy crítico con los avances en materia laboral. Así, la reforma de 2010, que el presidente Zapatero calificó de «valiente», es despachada como un conjunto de medidas «de carácter parcial que no modifican los rasgos fundamentales del marco laboral» y, por tanto, no puede alterar el patrón de funcionamiento del mercado de trabajo. El Banco de España pone el dedo en la llaga cuando plantea la necesidad urgente de reformar de verdad el sistema de negociación colectiva –no el apaño que el Gobierno acaba de aprobar-, de evitar la indiciación salarial y de reformar en profundidad las políticas activas y pasivas. En definitiva, el Informe pone de manifiesto que en España, todavía hoy, con 3 millones de parados más que en 2007, tenemos todo por hacer en materia de reforma laboral. Otro aspecto inquietante es el de los ajustes fiscales, que a juicio del Banco de España no pueden centrarse sólo en la necesaria corrección del gasto, sino que será necesario elevar impuestos como el IVA. Dicha subida, que «a secas» puede resultar una mala noticia, puede ser positiva si, como se plantea en el Informe, permite reducir impuestos distorsionadores de la actividad económica, en general impuestos directos y cotizaciones sociales. Esta reforma impositiva, razonablemente lógica, puede tener un riesgo inflacionista a corto plazo.