Athletic-Barça la mejor final

La Copa del Rey vivirá esta noche la mejor final posible. Los dos equipos con más tradición copera, el Barcelona (24 títulos) y el Athletic (23), se enfrentarán en Mestalla por el título honorífico de ser el «Rey de Copas». Si los azulgrana luchan por lograr el primer título de la temporada de los tres a los que aspiran, los vascos quieren romper una sequía que dura ya 25 años. La última vez que ambos se enfrentaron en una final, en 1984 con triunfo rojiblanco, quedaron muchas cuentas pendientes. Y ha llegado el momento de saldarlas.

En el Athletic, la final es algo más que un partido. Desde que se logró billete para Valencia, Bilbao quedó paralizada. Sólo importaba la Copa y nada más. Ya podía desbordarse la ría, o derruirse el Guggenheim; la ciudad vive para y por la final copera de esta noche.

Caparrós, que alineó a once suplentes en la última jornada de Liga, está con sus jugadores desde el domingo cerca de Valencia. En Bilbao hubiera sido imposible preparar adecuadamente el partido, la locura es máxima. De hecho, más de 35.000 aficionados rojiblancos estarán en Valencia, más de 10.000 sin entrada. El técnico utrerano no ha escondido sus cartas y ya tiene el once definido. La única duda está en saber si jugará Susaeta o David López. Y tampoco se esconde a la hora del planteamiento. Balones largos a Llorente y defensa al «límite del reglamento». Cartas boca arriba.

En el Barça, la situación es muy distinta. Guardiola ha preferido viajar hoy mismo a la ciudad del Turia para que sus jugadores descansen «en casa y estén con sus familias. La tensión, a la hora del partido». La plantilla azulgrana acumula mucho cansancio y, de momento, ningún título. Por eso, el técnico reclamó ayer su derecho a ganar la Copa: «Sé la ilusión que tienen en Bilbao, pero nosotros también la merecemos y podemos soñar».

Guardiola no quiso dar ninguna pista sobre el once, pero la presencia de Pinto y Bojan es casi segura después de jugarlo casi todo en Copa. Tras la lesión de Iniesta, y pensando en la final de Roma del próximo 27 de mayo, el técnico podría introducir algunas rotaciones en su equipo.

Los organizadores de la final, por su parte, están preocupados por la posible reacción de las aficiones vasca y catalana ante el himno nacional. Incluso se plantean subir el volumen de la megafonía para que no se oigan los silbidos. Una plataforma catalana ha anunciado que repartirá 5.000 silbatos en la entrada. La política también juega la final.