Díaz Ferrán: «El problema no es la grave crisis Son los años de Zapatero»

Lejos queda ya el idilio que parecían compartir la cúpula directiva de la CEOE y el jefe del Gobierno en junio pasado. Por esas fechas, cuando las encuestas reflejaban un cierto deterioro de su imagen y las críticas arreciaban por la inacción del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero logró el respaldo de la patronal y de los sindicatos frente a la crisis. Sin embargo, su firme decisión de no mermar los derechos de los trabajadores y de no meter la tijera en los gastos sociales ha encendido la llama de la discordia con los patronos. Sin contar con que tampoco ve con buenos ojos la propuesta empresarial de rebajar impuestos y cuotas sociales.Por eso, desde la inusual instantánea de Zapatero con los agentes sociales en La Moncloa ha bastado sólo un año para que estas relaciones se deterioren y los empresarios no oculten, eso sí, en privado, su malestar con su gestión. De hecho, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, está convencido de que la actual situación económica se debe al presidente del Gobierno. Así se lo trasladó ayer al secretario general de CEIM, Alejandro Couceiro, mientras que el presidente de la patronal de los madrileños se dirigía a los asistentes a la asamblea general de esta organización.«Mira es que no lo ha hecho bien... El problema que tenemos no es la grave crisis... Son los años de Zapatero», aseguró Díaz Ferrán a Couceiro. Su comentario se escuchó de fondo y con cierta dificultad por la línea de sonido gracias a un micrófono de la mesa presidencial, en la que se encontraban los Príncipes de Asturias, que permaneció abierto durante todo el acto.En ese preciso instante, Arturo Fernández, en uso de la palabra, expresaba el pesar de los empresarios ante la perspectiva de reducir sus «equipos humanos». La conversación paralela que mantenía Díaz Ferrán con «mi buen amigo» el secretario general de la CEIM se vio momentáneamente interrumpida. Era su turno de intervenir ante el nutrido auditorio de dirigentes empresariales y políticos, entre los que se hallaba el secretario general del PSOE de Madrid, asistentes a la asamblea.Tras su alocución, volvió a ocupar su lugar en la mesa presidencial, flanqueado a su derecha por Fernández y a su izquierda por Couceiro. Díaz Ferrán retomó su charla con su «amigo». Eso sí, las críticas se tornaron en halagos para la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien le sucedió en el estrato. A través de la línea de sonido, se pudo oír cómo respaldaba su discurso con un escueto y descriptivo «es cojonuda». Calificativo que reiteró cuando Esperanza Aguirre advirtió del error en el que incurren los que apuestan por el subsidio, las subvenciones y por más gasto público frente a la crisis. Una vez concluida la asamblea, Díaz Ferrán, informado por la Prensa de lo ocurrido, se tomó con deportividad que trascendiera su opinión sobre Zapatero. Sin embargo, a última hora de la tarde, la CEOE aseguró, en una nota de prensa, que «las frases hechas públicas forman parte de una conversación privada más amplia y están fuera del contexto en el que se produjeron».La presidenta de Madrid, contra el despido libreEsperanza Aguirre defendió ayer las propuestas de la patronal durante la asamblea general de CEIM. Es más, descartó que el contrato anticrisis formulado por la CEOE persiguiera el despido libre, que, a su juicio, nadie desea. «Algo habrá que hacer cuando hay 800.000 parados más en los tres primeros meses del año», se preguntó. Momentos antes, los presidentes de las patronales apelaron a la responsabilidad de las organizaciones sindicales para que vuelvan al diálogo social. El presidente de CEIM, Arturo Fernández, afirmó, por su parte, que la salida de la crisis está en la austeridad, la reforma laboral y la bajada de impuestos.