Hay vida cerca de los 40

MADRID- La vida de un deportista suele transcurrir entre los 18 y los 35 años, aunque la resurrección este año de dos mitos, Lance Armstrong y Michael Schumacher, demuestra que puede haber vida deportiva cerca de los 40.El ciclista estadounidense se retiró en 2005 después de ganar siete Tours consecutivos. Su vuelta a la carretera la justificó en su espíritu competitivo y para limpiar una imagen que él consideraba dañada. Con la publicidad de su regreso y su carácter mediático se ha permitido el lujo de no cobrar un euro en su reestreno. «Después de discutirlo con mi hijo, mi familia y mis amigos más íntimos, decidí volver al ciclismo profesional para tratar de atraer la atención sobre la lucha contra el cáncer y para intentar conseguir mi octavo Tour», explicó el americano, que con 38 años tuvo que conformarse con el tercer puesto del podio en la ronda gala.Michael Schumacher, otro heptacampeón, todavía no ha vuelto. El viernes volvió a montarse en un Ferrari, aunque su reaparición oficial será el día 23 en Valencia con la celebración del Gran Premio de Europa. El sustituto de Felipe Massa justifica su vuelta a la escudería italiana: «Después de esta pausa, estoy más impaciente que habitualmente por regresar a la pista. Esta pequeña interrupción fue necesaria para algunos, pero si hubiera dependido de mí, no la habría habido. Estoy muy contento de volver».El mejor jugador de baloncesto de la historia, Michael Jordan, se retiró y volvió a jugar en dos ocasiones. Su segunda resurrección fue en 2001, tres años después de lograr su sexto anillo, y con 38 años y medio. «Air» lo justificó: «Vuelvo porque soy un jugador que ama el baloncesto». Tuvo tiempo para jugar un Partido de las Estrellas y con 40 años se convirtió en el primer jugador de la NBA que anotó más de 40 puntos en un partido.Más extremo fue el caso de Martina Navratilova. Con 43 años disputó partidos profesionales, pero no fue capaz de ir más allá de la segunda ronda en ningún torneo. En dobles tuvo una reaparición más destacada y con 45 años se convirtió en la campeona más veterana de un torneo al imponerse en el Abierto de España junto a Arancha Sánchez Vicario. El ale- mán Michael Stich ha seguido el ejemplo de la checa y con 40 años está dispuesto a volver al circuito de dobles.El boxeador George Foreman y la nadadora Dara Torres confirman que los éxitos pueden llegar a una edad en la que el deporte profesional no es más que un recuerdo. Foreman fue campeón de los pesos pesados a los 45 años y la nadadora americana, con 41, consiguió tres medallas olímpicas en Pekín.Pero no todos los retornos han sido tan positivos. Mark Spitz, el héroe de los Juegos de Múnich, volvió en Barcelona'92, veinte años después de su retirada y de sus siete oros, pero no fue capaz de superar una serie.El fútbol no es ajeno a este fenómeno. El colombiano René Higuita, tras una serie de escándalos de drogas, puso fin a su carrera en 2004, pero con 41 años y, obligado por las deudas, regresó en un equipo venezolano. Romario, tras varios amagos, anunció su retirada, pero una llamada del Fluminense le animó a reaparecer e intentar alcanzar los 1.000 goles en su carrera. Lo logró con 42 años y luego colgó las botas.