Israel pospone la ofensiva urbana

el cairo- Una tregua de tres horas alivió la situación terrible de la población de la franja de Gaza, cogida entre dos fuegos, desde que empezó la ofensiva militar israelí contra los terroristas de Hamas, el pasado 27 de diciembre. También, por unas horas, los habitantes de las ciudades del sur de Israel pudieron vivir tranquilos sin temor a que sonaran las alarmas que anuncian los cohetes palestinos lanzados desde Gaza. El Gobierno israelí estableció desde de ayer un alto el fuego humanitario de tres horas diarias para permitir el ingreso de suministros vitales -alimentos y medicinas- e impedir que se agrave la situación de la población civil mientras continúe la operación bélica. Con esta medida se permitirá la entrada en la franja de «alrededor de 80 camiones con medicinas, suministros médicos y alimentos básicos» a través del paso de Kerem Shalom, así como combustible, según un comunicado del Ministerio de Defensa israelí. Durante el tiempo que cesaron los bombardeos aéreos y el fuego de artillería, miles de personas salieron a la calle en Gaza capital y corrieron a tiendas, supermercados y fruterías para hacer acopio de alimentos tras más de un semana encerradas en casas que en su mayoría no disponen de suministro eléctrico ni de agua potable. Pero una vez agotado el tiempo, a las 16:00 horas local, se reanudaron los combates en la franja. La aviación israelí bombardeó varios objetivos en la ciudad de Beit Lahiya, en el norte de Gaza, y en el campo de refugiados de Al Bureij, en el centro de la franja. También en la ciudad de Rafah, en el sur, aviones israelíes atacaron túneles y viviendas del corredor de Filadelfi en la frontera con Egipto. Previamente, mediante el lanzamiento de panflentos y altavoces, el Ejército de Israel conminó a la población de Rafah a abandonar sus casas y no regresar hasta las 8 de la mañana de hoy. El número de palestinos muertos en los trece días de la ofensiva israelí «Plomo Fundido» alcanza los 700, de los cuales un 25% son civiles, según Naciones Unidas. En el terreno diplomático, los esfuerzos internacionales para forzar un alto el fuego siguen avanzando. El Consejo de Seguridad de la ONU acogió ayer favorablemente el plan de paz propuesto conjuntamente por Egipto y Francia, que implicaría un embargo de armas a Hamas. También el Ejecutivo de Ehud Olmert, calificó de positiva la iniciativa franco-egipcia. El gobierno israelí respalda la mediación de Egipto para avanzar hacia el final de la crisis, pero hay puntos como la intención de invitar a Hamas al diálogo si se concreta una tregua, que no respalda. Para discutir estos asuntos, Israel enviará a El Cairo una delegación estará encabezada por el director de política y de asuntos político militares del Ministerio de Defensa, Amos Gilad, y por el consejero del primer ministro Shalom Turgeman. En este contexto, el Consejo de ministros israelí decidió ayer posponer la votación acerca de la extensión a los centros urbanos de la operación militar sobre Gaza -tercera fase de la operación «Plomo Fundido»-, para dar una oportunidad a la paz aunque no renuncia a mantener el nivel de ofensiva. También ayer, por primera vez desde que comenzó la crisis, el Ejército hebreo autorizó la entrada a la franja a un grupo de periodistas. Por su parte, los terroristas islamistas expresaron ayer sus reservas a la iniciativa de París y El Cairo para terminar con las hostilidades e insistieron en la necesidad de que Israel pare su operación bélica. Sin embargo, un portavoz de Hamas, Ghazi Hamad, afirmó que los integristas podrían llegar a un acuerdo de alto el fuego a lo largo de la próxima semana. «Puedo decir que durante la semana habrá un compromiso de tregua y que la atmósfera está preparada para los esfuerzos diplomáticos», dijo Hamad en una entrevista concedida a la agencia Maan.