Acoso sexual

La ministra inexistente no tiene quién le pregunte

La Razón
La RazónLa Razón

Es el problema de dirigir un Ministerio que nadie sabe a ciencia cierta para qué sirve ni qué competencias tiene. Se supone que se tiene que preocupar de las mujeres, de la igualdad y de la violencia doméstica. Últimamente su labor ha estado centrada en repartir subvenciones a diestro y siniestro, sobre todo a éste último, y claro, hay quien ha decidido pasar de ella. Toca hablar de la violencia de género y va la oposición y llama a otro ministro que sí tiene competencias, hombre bregado y que suscita más interés en la bancada de enfrente. Ella esperaba que sus añorados miembros y «miembras» la reclamaran, pero al ser un delito, corresponde al que se ocupa de detener a los delincuentes. Otra vez será.