La situación de Bárcenas se cuela en el «retiro» del PP

La bella localidad segoviana de La Granja fue ayer un trasiego de coches oficiales, periodistas despistados y dirigentes del PP con aire misterioso y prácticamente mudos. Entre lo más llamativo es que en el orden del día se coló el «caso Gürtel» y la situación del tesorero nacional, Luis Bárcenas, al que el Tribunal Supremo investiga por delito fiscal y de cohecho.

La teoría, por el hábito de la cultura de partido de esquivar el «cuerpo a cuerpo» con el líder en relación a los asuntos más espionosos, llevaba a pensar que este delicado problema iba a quedar al margen de la «tormenta de ideas» de la cúpula popular. Pero fuentes solventes confirmaron a LA RAZÓN que la práctica desmintió la teoría y que el nombre de Bárcenas sí estuvo encima de la mesa. La corriente interna que reclama su dimisión ha ido «in crescendo» y su posible imputación por parte del Tribunal Supremo marcará, inevitablemente, un punto de inflexión definitivo y su salida del cargo. Hubo unanimidad al respecto, así como que hoy en día todavía se debe seguir defendiendo su presunción de inocencia. En Segovia se reunieron ayer Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero, Jaime Mayor Oreja, los vicesecretarios –Arenas, Ana Mato y Esteban González Pons– y Alberto Ruiz Gallardón. El «gurú» Pedro Arriola hizo sus habituales análisis demoscópicos con la vista puesta en la conquista del «centro» y hubo tiempo para abordar las principales claves del escenario político a partir del balance del curso que termina. Una de las conclusiones es que sólo se puede aumentar el granero de votantes y ganar elecciones por la senda del centro. Más allá del discurso optimista, los populares son conscientes de que en buena parte el positivo resultado del 7-J es fruto de la escasa movilización de la izquierda ante unos comicios sin ningún gobierno en juego y, sobre todo –como confiesa uno de los gurús de Rajoy–, del desgaste del Ejecutivo por la crisis económica. El principal reto a superar –según uno de los miembros del Comité de Dirección– es hacer creíble «de manera definitiva y con contundencia» la idea de la alternativa que representa Rajoy frente a Zapatero. Y a ese objetivo se van a dedicar todos los esfuerzos políticos y en el terreno de la comunicación. Ayer se habló de la sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña, de la nueva financiación autonómica (que el PP no ve posible respaldar por «disparatada»)... Y hoy entrarán más al detalle en la estrategia del nuevo curso político, con la vista puesta en las elecciones catalanas y en las autonómicas y municipales de 2011.