Europa

Balón de Oro

Tres años después

Tres años después
Tres años despuéslarazon

MADRID-Casi nadie sabía qué pasaba. En febrero de 2006, el Real Madrid anunció una conferencia de prensa del presidente, Florentino Pérez. El equipo había caído en Mallorca y se esperaban decisiones trascendentales, pero casi nadie sabía cuáles. Salió Florentino ante los medios y dijo que se iba, que su proyecto había terminado. El Madrid de los galácticos llegaba a su fin. Cada verano, Florentino fichaba a un gran jugador, porque era necesario para el proyecto y para la supervivencia del club: futbolistas que aportasen tanto en el campo como fuera de él. Ya no iba a suceder. O eso parecía. Este verano, los socios del Real Madrid esperan, como poco, un fichaje de esos que llenan las gradas en la presentación. Tres años después, Florentino Pérez va a volver a la presidencia del Real Madrid. Vuelve al club que dejó, pero que ya no es el mismo. Empezando por la plantilla, el presidente sólo se va a encontrar con cinco jugadores de cuando estaba. Cinco españoles. Iker, Ramos, Salgado, Guti, Raúl. Además, De la Red, si éste vuelve al campo. En la primera plantilla no queda nadie más. Nada de Robinho o Beckham, dos de los galácticos que él trajo y que se han ido del Madrid. A cambio, Florentino se encontrará con una plantilla llena de holandeses a los que tiene que buscar salida. No sólo es otra plantilla, el Madrid, gastando 300 millones ha cambiado de modelo radicalmente, pero no ha encontrado el éxito y ha perdido la estabilidad institucional. Hace tres años, Ramón Calderón ganó unas elecciones más que sospechosas y, con el fichaje del entrenador y los primeros futbolistas, dejó claro cuál iba a ser el nuevo Real Madrid: Capello era el técnico elegido y los defensivos Cannavaro y Emerson los dos jugadores que llegaron. El primer fichaje de Florentino Pérez en su primera llegada al Madrid había sido el barcelonista Figo. El equipo abandonó el espectáculo por un estilo donde primaba la eficacia. Capello no se entendió con Ronaldo ni Beckham y eligió su estilo, un fútbol rácano. Cambió al Madrid y, pese a un año lleno de turbulencias, con muchas dudas, salidas de directivos y un entrenador a punto de dimitir, la plantilla del Madrid, en un ataque de carácter, protagonizó una remontada que aún se recuerda, y ganó la Liga. El triunfo en España no tenía paralelismo en Europa, donde el Madrid en los últimos años ha estado un escalón por debajo de los demás. Capello no siguió y llegó Schuster. Calderón cumplió una de sus promesas y contrató a Robben. De Cesc y de Kaká, a los que prometió en su campaña electoral, nunca se supo. Con Schuster en el banquillo y sin alcanzar la excelencia, el Real Madrid volvió a ganar Liga. Esta vez con facilidad. Sin embargo, el club nunca encontró la tranquilidad. Era como si hubiese hecho de la inestabilidad una forma de ser. Al final, ha sido esta temporada cuando ha estallado todo el desorden. Las sospechas de las elecciones se prolongaron y se acentuaron en una Asamblea fraudulenta en la que personas ajenas al club votaron como si fueran socios compromisarios. Ramón Calderón dimitió y llegó Vicente Boluda. Es el hombre que ha llevado la transición hasta un nuevo proceso electoral. Esta vez, no ha habido ligas que taparan el desorden. Bernd Schuster no aguantó la temporada y Juande Ramos se va orgulloso de ser segundo. El resumen de tres años.