Irlanda

El Brexit impulsa al Sinn Féin en las elecciones de Irlanda

Los nacionalistas se disparan con la promesa de un referéndum en 2025 sobre la reunificación de la isla. El Fine Gael puede quedarse fuera del gobierno y el Fianna Fail quiere un pacto a la izquierda

General Election Ireland 2020 TV leaders' debate
Micheal Martin, Leo Varadkar y la presidenta del Sinn Fein Mary Lou McDonald enun debate televisivoNiall Carson / POOLEFE

El Sinn Fein –el que en sus inicios fuera el brazo político del ya inactivo IRA– se ha convertido en el protagonista indiscutible ante las elecciones que la República de Irlanda celebra hoy, las primeras en la era post Brexit. Desde su independencia de Reino Unido en 1921, el Fine Gael del actual primer ministro, Leo Varadkar, y el Fianna Fail se han ido alternando en el poder en un país que no llega a los cinco millones de habitantes. Sin embargo, la formación que ahora lidera Mary Lou McDonald, la misma que demanda un referéndum de reunificación de la isla para 2025, ha recibido un gran impulso en las últimas semanas, situándose en algunos sondeos incluso como primera preferencia en la intención de voto de los irlandeses.

La última encuesta publicada por el «Irish Times» le otorga el 25% de los votos; frente el 23% del Fianna Fail y el 20% de Fine Gael, cuya popularidad está en sus cuotas más bajas tras casi una década al frente del Gobierno. Se antoja prácticamente imposible que, debido al sistema electoral, el Sinn Fein acabe consiguiendo el mayor número de escaños. Por su parte, los dos partidos mayoritarios (ambos de centro) ya han advertido de que no están dispuestos a cerrar una coalición con esta fuerza política.

No obstante, su creciente popularidad supone un verdadero desafío para los unionistas de Belfast, aquellos que quieren seguir perteneciendo a Reino Unido. Y sobre todo, para el Gobierno de Boris Johnson. Con la salida de la UE, la unidad del país está más cuestionada que nunca, ya que, al auge de los católicos republicanos, se suma además el desafío soberanista del Ejecutivo de Escocia, que insiste en sus demandas para celebrar un nuevo plebiscito de secesión.

La frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte fue el gran escollo en las negociaciones del Brexit. Para evitar controles físicos, de momento, la provincia británica se queda ahora más alineada para bienes con las reglas del sur de la isla que con las de Gran Bretaña.

Los protestantes norirlandeses siempre han temido que este escenario acabe dando alas a los nacionalistas y el hecho de que ahora el Sinn Fein pueda conseguir en la República un importante porcentaje de votos incrementa sus preocupaciones. Al fin y al cabo, según el acuerdo del Viernes Santo que en 1998 puso fin al sangriento conflicto entre católicos-republicanos y protestas-unionistas, Londres está obligado a convocar el plebiscito de reunificación de la isla si lo demanda en algún momento la mayoría del electorado.

Si bien es cierto que los orígenes del Sinn Fein estuvieron estrechamente vinculados con el IRA, su actual liderazgo a manos de McDonald representa un verdadero «cambio generacional». Y aunque la reunificación de la isla sigue siendo la principal demanda de la formación, también ha desarrollado una plataforma de política clara que atrae a los jóvenes de la clase obrera. En este sentido, promete un amplio programa de vivienda pública y la contratación de miles de enfermeras y médicos para paliar la gran crisis de la sanidad. Por lo que ahora podría arrebatar muchos votantes al Partido Laborista, que en los últimos comicios de 2016 quedó como tercera fuerza.

El actual primer ministro, Leo Varadkar –que en 2017 se convirtió en el «taoiseach» más joven de la historia (tenía solo 38 años) y en el primero en ser abiertamente homosexual–, ha estado gobernando con una débil minoría estos años gracias a la tregua que se llegó con la oposición durante las complejas negociaciones del Brexit. La salida del vecino Reino Unido ya creaba de por sí suficiente incertidumbre, por lo que en el Dail (Parlamento de Dublín) se decidió no remover más las aguas hasta consumar la separación de los británicos del club.

Varadkar tomó gran peso a nivel internacional por su papel en las negociaciones del Brexit. El político insiste en que aún quedan por delante las complejas conversaciones entre Londres y el bloque para cerrar un acuerdo comercial. Pero los irlandeses están ahora más interesados en las políticas domésticas. Y el hecho de que su formación, el Fine Gael, lleve casi una década en el poder comienza a hacer mella.

Ante tal escenario, el Fianna Fail de Micheal Martin, principal formación en la oposición, podría resultar el partido que consiguiera más escaños de los 160 que están en juego. Según la última encuesta de la televisión pública irlandesa RTE, el Fianna Fail podría obtener 50 asientos; el Fine Gael, 42; el Sinn Féin, 34; Los Verdes, 9 y los laboristas, 6. Varadkar ha llegado a plantear una Gran Coalición entre los dos partidos mayoritarios, pero el Fianna Fail ha rechazado la propuesta.

Por lo tanto, una de las opciones que cuenta ahora con más posibilidades sería un pacto entre Fianna Fail, Verdes y laboristas, junto con partidos más pequeños y diputados independientes. Con todo, aunque los dos partidos mayoritarios rechazan una coalición con el Sinn Fein, está por ver cómo quedan luego las promesas tras los resultados que arrojen las urnas, particularmente si esta última formación consigue todos los escaños que vaticinan los sondeos. En este sentido, el referéndum sobre la reunificación de la isla podría estar cada vez más cerca.